¡Jejeje! eso es miedo, miedo y purito miedito Pez, que ninguna se come a nadie y nadie está obligado a hacer nada que no desee.
Admito que existen tías que lo que desean es un siervo, como si el hombre existiese únicamente para satisfacer sus necesidades narcisistas nacidas únicamente de la inseguridad tradicional femenina.
Pero no todas las que deseamos un trato de princesas deseamos un siervo. Algunas sólo queremos un trato cordial y amable que escasea demasiado últimamente.
Más miedo me da a mí aquél que desea una "buena mujer". Ese lo que busca es una madre.
Me refiero más bien a ese tipo de tías que usted dice. Las que van con eso del tratarlas como reinas de entrada, a modo de carta de presentación, lo cual interpreto como un aviso de altas (excesivas) exigencias y comportamientos caprichosos. En resumen, que manejan o pretenden manejar según su voluntad (un lema de este tipo de mujeres es el "porque yo lo valgo", algo que también detesto oir).
Claro que todo el mundo quiere que lo traten bien, y en las relaciones, aún más. Eso va por descontado. Lo que ocurre muchas veces es que no siempre lo que uno/a espera o quiere es lo que el otro/a ofrece, pero eso es otro cantar. Lo del trato cordial y amable me parece perfecto, por ahí creo que han de ir los tiros, y si es verdad que es algo que hace falta, también es cierto que nos sobra también mucha tontería. Una cosa es tratar bien y otra es tratar como princesas (mejor tratarnos como ciudadanos con derechos y no como clases/castas con privilegios de unos sobre otros, ¿no?).
Y sí, claro, el hombre que busca una madre también es terrible, y hay que huir de él. Es la contrafigura de la princesita.
Lo mejor, buscar "buenas personas", que la vida no es una película, y mucho menos somos protagonistas.
2 comentarios:
¡Jejeje! eso es miedo, miedo y purito miedito Pez, que ninguna se come a nadie y nadie está obligado a hacer nada que no desee.
Admito que existen tías que lo que desean es un siervo, como si el hombre existiese únicamente para satisfacer sus necesidades narcisistas nacidas únicamente de la inseguridad tradicional femenina.
Pero no todas las que deseamos un trato de princesas deseamos un siervo. Algunas sólo queremos un trato cordial y amable que escasea demasiado últimamente.
Más miedo me da a mí aquél que desea una "buena mujer". Ese lo que busca es una madre.
No sé qué es peor.
Me refiero más bien a ese tipo de tías que usted dice. Las que van con eso del tratarlas como reinas de entrada, a modo de carta de presentación, lo cual interpreto como un aviso de altas (excesivas) exigencias y comportamientos caprichosos. En resumen, que manejan o pretenden manejar según su voluntad (un lema de este tipo de mujeres es el "porque yo lo valgo", algo que también detesto oir).
Claro que todo el mundo quiere que lo traten bien, y en las relaciones, aún más. Eso va por descontado. Lo que ocurre muchas veces es que no siempre lo que uno/a espera o quiere es lo que el otro/a ofrece, pero eso es otro cantar. Lo del trato cordial y amable me parece perfecto, por ahí creo que han de ir los tiros, y si es verdad que es algo que hace falta, también es cierto que nos sobra también mucha tontería. Una cosa es tratar bien y otra es tratar como princesas (mejor tratarnos como ciudadanos con derechos y no como clases/castas con privilegios de unos sobre otros, ¿no?).
Y sí, claro, el hombre que busca una madre también es terrible, y hay que huir de él. Es la contrafigura de la princesita.
Lo mejor, buscar "buenas personas", que la vida no es una película, y mucho menos somos protagonistas.
Saludos.
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