Como vivimos en una sociedad cada vez más mediatizada por la imagen, en la que todo ha de ser un buen espectáculo, y como todo tiene la pinta de que algunos han decidido nuestra caída, será cuestión de dar buena imagen y que sepamos caer con gracia. Y eso podemos hacerlo de dos formas: haciendo una pirueta final, quedar de pie y saludar al respetable, cual gimnasta. O bien intentando arrastrar en la medida de lo posible a quien haya decidido tirarnos. Como esto último no lo sabemos (ni si es así ni, de serlo, quién está detrás, aunque tengamos nuestras sospechas), mejor disparar antes de preguntar. Y salpicar con nuestra sangre a cuantos más mejor si es que no podemos acometer la pirueta final
La cuestión es dar un buen espectáculo y que sea el nuestro, no el de otros.
1 comentario:
Buena, aunque macabra, idea!
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