Cuenta la anécdota que Tales iba paseando por la noche, absorto, mirando el cielo estrellado y cayó en un hoyo. Una anciana que pasaba por ahí se rió y le dijo que él que era tan listo y estaba tan pendiente de las cosas del cielo, no había podido ver lo que había en el suelo. Algo parecido se intuye que les ocurre a nuestros gobernantes y administradores, que de tanto dato macro y microeconómico (últimamente todo lo político gira en torno a la economía), pierden de vista la realidad. Los árboles no les dejan ver el bosque. Y que lo económico es algo que no está precisamente en la economía, eso también se intuye. Finalmente, y lo diré una vez más, que ojalá el problema sólo fuera económico (que en el fondo no es más que un último eslabón de una cadena que viene de muy lejos).
El problema de todo esto, es que en su caída en el hoyo, vamos también nosotros.
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