Es verdad que se representa también al ser, de algún modo, bajo la imagen de la luz pura, como la claridad de un ver no enturbiado, mientras que la nada se representa como la noche pura, remitiendo la diferencia entre ellos a esa diversidad sensible, bien notoria. Pero de hecho, si este ver es representado más exactamente, se concibe entonces fácilmente que en la claridad absoluta se ve tanto y tan poco como en las tinieblas absolutas, y que una forma de ver es tan buena como la otra: ver puro, ver nada. Luz pura y tinieblas puras son dos vacuidades, que son lo mismo. Sola y primeramente en la luz determinada -y la luz viene a ser determinada por las tinieblas-, o sea en la luz enturbiada, así como sola y primeramente en las tinieblas determinadas -y las tinieblas vienen a ser determinadas por la luz-, o sea en las tinieblas aclaradas, puede diferenciarse algo, porque sola y primeramente la luz enturbiada y las tinieblas aclaradas tienen la diferencia en ellas mismas y, con ello, son ser determinado, estar.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831)
Ciencia de la Lógica
I.-La lógica objetiva
2 comentarios:
Caramba, apunta maneras este tal Jorge Guillermo Federico, ¿no cree? :)
Habrá que seguirlo, a ver hasta dónde llega.
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