domingo, 10 de agosto de 2008

Mi barba tiene tres pelos


Las mujeres tarde o temprano acaban por quere cambiar tu imagen. Y sus objetivos prioritarios son siempre las barbas y los bigotes. Saben que los hombres, cuando llevamos lo uno o lo otro, les tenemos mucho cariño y nos cuesta mucho quitárnoslos. Pero ellas están ahí, insistendes, probando a ver si nos pillan en un día de debilidad y les hacemos caso. Apelan a la curiosidad -"desde que te conocí llevas barba, y me pica la curiosidad de verte sin"- pero por debajo siempre hay un deseo de dominio, eso que muchas confunden con eso que llaman amor. Para un hombre, su pelo facial es algo muy personal, y si uno se lo quita, es como si se convirtiera en otra persona (la sensación de verte en el espejo sin tu barba o tu bigote es rarísima, lo sé muy bien). Y en verdad es lo que buscan, convertirnos en otra persona, hacernos a su medida.

4 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

El deseo de dominio, de saber que puedes modelar a tu pareja como se te antoje. Conozco casos distintos al que cuenta, pero con igual fondo: un amigo que lleva bigote desde hace décadas. Su mujer ya lo conoció así (llevan casi 30 años casados). Hace unos años él quería afeitarse de una vez el bigote, pero su mujer se opuso firmemente. Para evitar problemas, él ha tenido que seguir llevando bigote hasta ahora.

shalom

El Pez Martillo dijo...

La cuestión es probar hasta dónde tienen atado al otro. Aunque bueno, supongo que la cosa funciona en las dos direcciones (si bien la mujer tiene métodos más sutiles y subterráneos para hacerlo).

Stones dijo...

No es cuestión solo de mujeres, le puedo decir también la manía que tienen los hombres a que las mujeres tengamos el pelo largo y cuando digas que te lo vas a cortar... O en determinadas situaciones que te sueltan el pelo, con lo bien que está cogido en una coleta cuando tiene un determinado largo

El Pez Martillo dijo...

No creo que sea muy comparable el cambio que se da con coleta o sin que el de afeitarse, más que nada porque es reversible (lo de quitarse el bigote también, pero no tan rápido) y no afecta a la cara, que es poco más o menos lo que nos representa ante los demás (de tal modo que cambiar la cara es cvambiar un poco nosotros). En cualquier caso, en las parejas se da esta dinámica de ir probando qué poder se tiene sobre el otro, y esto de pedir cambios de look es una forma de saberlo.