sábado, 28 de junio de 2008

Ni el Tato


Puestos a echar, también podríamos echar a los serios, a esos tipos que todo se lo toman a la tremenda y que cualquier tontería o mínima broma la analizan (o psicoanalizan), normalmente para pisotear a alguien. También a los listos, toda esa gente que sienta cátedra y que siempre ha de decir la última palabra, porque, sencillamente, la suya siempre es la verdadera. Y hay muchos y muchos más a los que con gusto daría una patada en el culo para expulsarlos extramuros.

Aunque, pensándolo bien, si siguiera con mis impulsos antisociales, no iba a quedar ni el Tato, así que mejor sigamos poniendo mi mejor cara y que el muro (mejor el foso) que me separe de ellos sea interior. Aunque sólo sea para protegerles de mi.

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