En general, se tiende a considerar las manías, esas pequeñas obsesiones y defectos que todos padecemos, como un acto de irracionalidad, como algo aleatorio y caprichoso. Nada más lejos de la realidad. Puede que en ellas se expresen rasgos profundos de personalidad, y que sólo conozcamos a alguien si hemos buceado en sus manías, en sus rarezas (que, bajo esta perspectiva, no son más que una medida de la norma).
2 comentarios:
Interesante tema, sobre todo para alguien, como usted y yo, que cultivamos nuestras manías particulares. Si las manías expresan algo profundo de nuestra personalidad, podría ser por dos motivos: por lo que expresan de ella (es decir, lo que, expresado, sigue firmando parte de nosotros) o por lo que exorcizan (lo que se conjura de forma expiatoria). Aunque en el fondo puede que sean la misma cosa.
saludos
Yo diría más bien que son la misma cosa, aunque me refería más bien a las que expresan algo (aunque también están, por supuesto, las que ocultan o expían).
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