domingo, 24 de marzo de 2019

The Delgados. Coming in from the cold.

En este blog nos gusta la música y también el ciclismo. Así que no podemos dejar de señalar esta extraña curiosidad: un grupo escocés que toma el nombre de uno de nuestros más queridos ciclistas.

sábado, 23 de marzo de 2019

Pupa

Gravitando sobre su almohada, pegado al techo, una criatura escogió realizar su metamorfosis. Poco a poco tejió su capullo y se fue transformando. Mientras tanto, más abajo, el sueño se volvió inquieto. Las pesadillas repletas de fluidos y viscosidades se hicieron frecuentes, forzando despertares sudorosos. Costaba dormir y al despertar la sensación era de no haber descansado. Fueron sólo unos días, hasta que se percató de aquella sorprendente presencia justo sobre el lugar donde su cabeza reposaba al dormir. Armado con un trozo de papel higiénico, se encaramó a la cama y descolgó al invitado. Lo exploró y vió cómo el gusano asomaba por una abertura. Lo espachurró y lo tiró al váter. Las noches volvieron a ser plácidas desde entonces, aunque él nunca relacionó aquellos días de sueño extraño con la el ser que tuvo sobre su cabeza en la noche. 

viernes, 22 de marzo de 2019

El cielo sobre Berlín

De forma irónica suelo decir que soy un cinéfilo no practicante. Más que nada por falta de tiempo (la vida moderna, que no nos deja ni dos horitas para relajarnos ante la pantalla). Pero últimamente, no teniendo ya que dedicarme a la tesis, he ganado mucho tiempo, y estoy volviendo a la senda del cine. Así, y a raíz del reciente fallecimiento de Bruno Ganz, me puse El cielo sobre Berlín (Wim Wenders, 1987), cinta que tenía en la lista de lo por ver desde hacía tiempo. Fue toda una revelación. Más allá de la película en sí, la sensación que me dejó fue la del tiempo perdido: ¿cómo es posible que no la hubiera visto ya?.

Se trata de una deliciosa historia de ángeles que contemplan las vidas humanas sin apenas poder intervenir en ellas y sienten cierta envidia de nosotros porque a sus vidas (eternas) les falta color (de hecho, cuando se nos muestra su perspectiva, la película es en blanco y negro) y matices. Sin embargo, a veces les surge algún chispazo de sentimiento y pueden "caer" al mundo mortal y "disfrutar" de la humanidad. Además de la hisoria, las reflexiones y diálogos entre estos seres sobrenaturales, la fotografía, o los escenarios constituyen una combinación de una belleza poética difícil de resistir. Y por encima del relato en sí, está la ciudad de Berlín: decadente, deprimida aún por la guerra, dividida (rodada en 1987, el muro está muy presente), pero hermosa, viva y sugerente. Se trata, sin duda, de un canto a la capital germana. Y luego está Nick Cave y su trouppe (si son seguidores, ya se habrán dado cuenta de que aquí es devocion lo que se seinte por él) que ponen la banda sonora y aparecen al final haciendo de ellos mismos en un concierto en el que se produce el desenlace de la película al son de From her to eternity.

Hay una segunda parte de 1993, ¡Tan lejos, tan cerca!, con la ciudad ya sin muro y en auge,  que abunda en los vaivenes y conflictos de estos seres angélicos, pero que para mi gusto ha resultado menos deliciosa que la primera y la ensombrece. De cualquier modo, también es recomendable. 

jueves, 21 de marzo de 2019

Sueños que permean la vigilia

A veces tienen sueños cuyo influjo se extiende en la vigilia. Ensoñaciones que te dejan en un estado de ánimo concreto para todo el día, que dejan un poso y que te obligan a rumiar. Pueden ser pesadillas que te mantengan nervioso o todo lo contrario: sueños placenteros o simplemente plácidos, que te mantienen en un estado de relajación que invade la vigilia. 

El otro día me pasó algo así. Mi subconsciente decidió rescatar de la memoria a la primera chica de la que estuve enamorado, hace ya muchos años (décadas ya), en esos años púberes en los que todo se siente con una intensidad dolorosa. En el sueño se organizaba una cena de reunión de la clase, y allí me reencontré con ella (de la que perfectamente puede hacer veinte años que no sé nada). Todos éramos más o menos iguales solo que algo más viejos, en correspondencia con la edad. La más cambiada era ella, y a peor: mantenía un rostro aniñado (excesivamente), pero su cuerpo estaba demasiado avejentado, incluso portaba sondas y complementos varios que la ayudaban en sus funciones vitales. Era, literalmente, una ruina. Algo que venía de un pasado remoto, que ya no debería significar nada, pero que al parecer todavía tiene algún poder, porque me tuvo todo el día melancólico. Incluso rebusqué viejas fotos para refrescar la memoria. El mundo conspiró un poco, puesto que en la radio sonó alguna canción de aquella época, de esas que tengo asociadas a aquellas vivencias y sentimientos, y que de tanto en tanto se dejan caer, pero que hacía mucho tiempo que no me llegaban como me llegaron el otro día. 


lunes, 18 de marzo de 2019

Planes de vida

Se cita mucho aquel verso de Lennon que reza que la vida es lo que nos pasa mientras estamos ocupados haciendo planes. Pero ¿qué es la vida si no es hacer planes? No estar proyectando es vegetar, y para nosotros humanos eso no es estar vivo (aunque valga para las plantas). Aunque también es cierto que a veces la marabunta en la que andamos metidos sepulta la base sobre la que todo se sustenta, que es la vida misma, esa que posibilita los planes. Sí, de tanto en tanto hay que parar un poco y ver el bosque que los árboles a menudo no nos dejan ver. Acceder al claro que nos permita ver el substrato y la trama. No es mal plan. 

martes, 12 de marzo de 2019

Opinando

Ante la avalancha de información que nos asola sentimos el apremio de posicionarnos en medio del marasmo. Buscamos asideros fuertes para no ser arrastrados. Así vemos a gente aferrarse con uñas y dientes a sus seguridades. No está mal tener algunas cosas claras. Algunas. El problema viene cuando queremos opinar sobre todo y además hacerlo con seguridad. Para más inri, parece que el tsunami nos obliga a opinar. Nos vemos impelidos a opinar, no está bien visto no tener opinión. 

Desde aquí reivindicamos la suspensión del juicio, la vieja epojé de la filosofía escéptica. No podemos cargar con el peso del mundo, puesto que acabaremos sepultados por él. Desentendámonos de tantas y tantas cosas que nos empujan (que nos quieren empujar) en una dirección y tomemos, si es posible, la nuestra, que en buena medida pasa por desasirse de las funestas influencias. No aspiro a la felicidad de quien todo lo ignora, sino a no dejarse llevar neciamente por la información (que, aunque nos digan otra cosa, nunca es inocente y a menudo se diseña para provocar determinadas reacciones).  

viernes, 8 de marzo de 2019

Larvado

A menudo te encuentras con gente que se apresura en señalar el origen pagano de muchas festividades y rituales cristianos. Seguro que conocen ustedes a alguien que en diciembre empieza a sermonear sobre el solsticio invernal y las saturnales. Es un ejercicio de postureo crítico y supuestamente ateo, pero cae en lo evidente y ya trillado. Lo revolucionario es el nietzscheano ejercicio de señalar lo que de cristiano (en sentido denigrante, es decir: cruzadas, inquisición, moral represora, rechazo de la vida y el mundo...) hay en las nuevas ceremonias y festividades que desde la distintas supuestas militancias (que pareecen varias, pero que en el fondo tienen un núcleo común) se van generando.