Siguiendo con la incertidumbre, la zozobra y la búsqueda de asideros, confesaré que siento una malsana satisfacción cuando se frustran ciertas previsiones, sobre todo las del tipo: "el año que viene ganaremos x dinero". Eso por no hablar de que cada dos por tres las están revisando. Con el fallo se constata que, al no haber logrado apresar los hechos, la sensación de falta de seguridad es mayor. Y lejos de buscar los medios de afrontar los seísmos presentes, proyectan acontecimientos futuros que únicamente son ciertos enn el presente de ahora y no en el suyo.
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