A veces sientes que has llegado a una especie de vía muerta, que ya no se da más de sí y que la parálisis vital te invade. Te das cuenta de ello cuando ya estás quieto. Por momentos intentas revolverte, reiniciar la marcha, cambiar. Lo que quisieras es seguir adelante, lo cual no siempre es posible. Y es cuando has de dar marcha atrás, en busca de algún desvío no visto antes. Desvío que a lo mejor ni siquiera estaba ahí y sólo lo puedes ver en reversa. Al menos es una esperanza que se tiene. La alternativa es recorrer el mismo camino una y otra vez, de adelanta hacia atrás, y de atrás hacia adelante.
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