martes, 21 de febrero de 2012

No te quejes

Remugas de alguna cuestión de tu trabajo, y siempre aparece alguien que te espeta eso de "no te quejes, que al menos tienes trabajo". Y es algo que me molesta bastante, sobre todo en los últimos tiempos, en que se dice con más virulencia, y parece que no pudiera uno quejarse de nada. Ciertamente, hay que alegrarse de tener un trabajo, ya que cada vez hay menos gente que lo tiene. Pero eso no quita que haya cosas de ese trabajo que gusten más o menos. ¿O es que acaso hemos de aceptar acríticamente todo, no ver lo mejorable o desagradable que las cosas tengan? No, parece hoy en día hay que ser unos adalides del buen rollito, poner al mal tiempo buena cara y nunca borrar la sonrisa de la boca. Y si nos dan latigazos, alegrarnos de que nos los den por nuestro bien, que a ver cómo estaríamos sin ellos. Y nunca dejar de dar balidos de agradecimiento, que parece que es lo menos que podemos hacer. 

Claro que las cosas tienen su lado positivo, que por ello las escogemos o preferimos vivirlas a otras. Pero si hay positivo también hay negativo, y que el cálculo de nuestros intereses nos lleve a aceptarlo, no es óbice para que deje de ser negativo y haya días en que pese más que otros. ¿O es que ustedes quieren vivir en un mundo monocromo rosa?. 

Como dijo una vez una amiga refiriéndose a esos lemas de anuncios de compresas: sí, ser mujer es maravilloso, pero la regla es un coñazo. Pues eso. 

4 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Es que a veces jode un poco ver que se quejan los que mejor lo tienen. Y no lo digo por usted. Estoy pensando en un conocido (muy de izquierdas) que se me queja de los 'problemas' que tiene ahora que se ha jubilado. Le pregunto que cuánto cobra al mes (era funcionario), y me dice: "2.000 euros" !!!!!

Luego pienso en mi padre, autónomo toda la vida, y bastante menos izquierdista y también menos quejica, que con suerte alcanza los 700 euros (después de trabajar 46 años de carpintero).

El Pez Martillo dijo...

Es que hay quejas y quejas. En mi caso particular, me lo han dicho por un inocente "qué pereza me da hoy ir a trabajar", o por quejarme del comportamiento de la jefa cuando me ha hecho alguna jugarreta. Claro que me alegro de tener trabajo, y en mi caso no soy de los más desafortunados, pero si hay que quejarse, hay que quejarse. Otro tema es que las quejas sean más razonables o menos, pero combatirlas con un "piensa que hay gente peor", no es lo más adecuado.

PENSADORA dijo...

Sí, disponer de un puesto de trabajo es maravilloso... ¡pero los jefes son unos c*p*ll*s!.

He dicho! y creo que dejo clara mi postura ¿no?.

Saludicos!

El Pez Martillo dijo...

Hay jefes capullos y jefes hijoputas!!!