Lo reconozco: consulto la prensa. La de todas las tendencias. Más allá de la información útil: cartelera, programación de tv, esquelas y clasificados. Pero no por mantenerme informado (algo imposible), sino para jugar a ver dónde y en qué mienten o no dicen toda la verdad. De este modo, los periódicos se leen de otra manera, más lúcida, más consciente, más ciudadana.
1 comentario:
Fíjese, yo soy poco de leer prensa, de ninguna clase.
Pienso que estamos en una época en la que se está cometiendo un exceso de información que nos empieza a deshumanizar.
Sí le diré que alguna vez me pica la curiosidad y abro algún periódico. En ese caso, sólo repaso los titulares y, si alguno me llama especialmente la atención, entonces leo el artículo. Pero por encima, dándole la importancia justa.
Salud y orujo pues!
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