En clase nos enseñaron la estupenda y milagrosa teoría de la opinión pública y de cómo el poder debía atenderla y hacer emanar de ella sus medidas. La forma de que así fuera, muy sencilla, haciendo que fuera ella la que escogiera al poder y que así hubiera una buena correlación entre poder y opinión, siendo el primero una concreción de la segunda. Desconoco si alguna vez ha sido así. Tal vez en un primer principio. Lo que ocurre es que, sabiendo que la opinión pública es la que va a elegir al poder, éste se encarga de que coincida con él, siendo así que, cuanta más gente vea las cosas como él quiere que las vea, más apoyo tendrá y más se podrá perpetuar. Con ello se genera una dinámica algo distinta a la bucólica situación descrita, pero más ajustada a los comportamientos humanos, merced a los cuales quien tiene poder intenta mantenerse en él lo más posible, y a la vastísima mayoría ya les viene bien que las cosas le vengan dadas y digeridas, teniendo sólo que hacer un gesto de asentimiento o negación a lo que se le va sirviendo, a menudo muy caprichosamente.
5 comentarios:
Ha estado usted muy acertado nada que añadir.
Me gustaría preguntarle, ¿cree que hay alguna solución para cambiar a los que llevan en el poder > 15 años, le han cogido el tranquillo, y no están ni remotamente dispuestos a dejar nada el mando.Vuelvo a los norteamericanos,mandatos los justos,dos como máximo.
Entre el poder y los ciudadanos hay una pantalla que lo deforma todo: los medios de comunicación. Poder y medios tratan de asemejarse en lo posible a los ciudadanos, pero a la vez también los forman e instruyen según sus patrones. Sólo algunas veces los ciudadanos escapan a la imagen que de ellos tiene el poder y trata de reflejar la prensa, pero eso sucede pocas veces.
No leo prensa ni veo TV. En mi ciudad te enteras de lo que ocurre. Por otro lado al trabajar en la administración conocemos de primera mano lo que ocurre.
Pues supongo que para evitar que se tiren muchos años en el poder lo suyo sería limitar los mandatos por ley. Pero claro, como la ley la hacen ellos... De todos modos, en un sistema como el español, no creo que se notara mucho el cambio de persona si se mantiene el mismo partido, ya que nuestra democracia es más parlamentaria y "partidista" que la americana, en la que el presidente imprime a sus políticas un sello muy personal, y aunque se mantenga el mismo partido en el poder, siempre hay bastantes diferencias. Y sí, es fácil ver lo que ocurre, ¿pero cuánta gente se niega a verlo?.
Horrach, es cierto, se establece un círculo extraño entre medios, opinión y partidos, que cada vez están más enmarañados. Y también es de cada vez más difícil salirse de él.
Saludos.
No puedo hablar en profundidad del sistema americano porque no soy experta. Creo que mejor nos iría si nos representaran personas,me parece que lo han comentado aquí en otras entradas.
Y sí, es fácil ver lo que ocurre, ¿pero cuánta gente se niega a verlo?.
Mucisíma,unas veces por falta de criterio u objetividad y otras porque los políticos ya se encargan de hacer clientelismo.
Ultimamnete también he visto personajes de diferentes partidos que pactan, hoy por ti mañana por mi. (El apoyo mutuo,al final todo queda en casa)Son los profesionales de otros niveles de la administración.De esta forma siempre estarna instalados y entre ellos se protegen de extraños mejor preparados y con otro tipo de ambiciones o motivaciones.
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