miércoles, 15 de octubre de 2008

Rumores


Cuando se entra en el terreno de la incertidumbre, todo el mundo tiene las cosas muy claras. Todos saben, todos conocen a alguien que lo sabe seguro, y nadie da su brazo a torcer. Al final, tanta seguridad se convierte en varias versiones (a veces contradictorias) "perfectamente" avaladas y de las que no se puede dudar. Ahí está el origen de la incertidumbre, en ese maremagnum de verdades en conflicto, y no tanto porque lo que cada una diga sea dudoso por sí mismo (si lo es, es porque otras verdades las hacen tambalear, debilitándose ellas mismas).

En fin, que el mundo de la rumorología es muy confuso y estresante. Sobretodo cuando no hay una información cierta a la que agarrarse, y todo lo más que se puede saber sobre algo son los distintos rumores. Esto ocurre en fases de nogociación o cuando está a punto de tomarse alguna decisión importante que afecta a un grupo de personas, en las que todas quieren tener la información que ninguna otra sabe, poniéndose en marcha un curioso juego de datos y contradatos en el que algunos son ciertos, pero que no hay manera de distinguir de los dudosos. Al menos hasta que las cosas salen publicadas en el boletín oficial.

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