Si nos hablan de Teddy Bautista, lo más fácil es que pensemos en la SGAE e incluso se nos escape alguna palabra desagradable. Como director de dicha sociedad, ha adoptado una actitud en exceso intransigente contra la transformación que el mundo multimedia está sufriendo en esta era informática en defensa de las industrias que tradicionalmente han marcado el camino. Este papel le ha generado no pocas críticas y enemistades. Esto, que es muy legítimo, se ha visto acompañado de una cierta actitud mesiánica por la cual parecía que su causa y su cruzada eran vitales para la música y una gran aportación para su supervivencia.
Sin embargo, la gran aportación de Bautista para la música hay que buscarla en el pasado, cuando se dedicó a componer y a grabar. Con su grupo, Los Canarios, exploró el terreno de la psicodelia y el soul a finales de los 60 y principios de los 70, estilos más bien ausentes del panorama español. Sus mayores éxitos fueron Get on your knees:
y Peppermint Frappé:
A partir de ahí empezó la incursión en el terreno del rock sinfónico y el tonteo con los inicios de la electrónica, lo que les llevó al extrañísimo y difícil de encontrar Ciclos (1974) en el que adaptaban a su estilo las cuatro estaciones de Vivaldi. Un álbum difícil pero que ha ido ganando con los años, al menos en según qué círculos. He aquí un fragmento:
Con esto la banda se disolvió, pero el ánimo aventurero de Bautista no acabó ahí, y el último proyecto en el que se vio metido fue el de representar el papel de Judas en la primera grabación española de Jesucristo Superstar, en el que destacaría sobretodo dos temas en los que les canta las cuarenta a Jesucristo (Camilo Sesto), la Canción de Judas:
y el desfase Gospel de Superstar:
Pero los años han pasado y desde entonces no ha habido nada destacable y sus actividades en la SGAE han hecho que todo lo que en su día hizo por la música (que aunque no mucho en cantidad, sí que tenía una cierta audacia y espíritu experimental) haya quedado en el olvido, y han predispuesto al personal en contra de su música, dilapidando el interesante trabajo que hizo (mucho más que el de ahora, claro).
Sin embargo, la gran aportación de Bautista para la música hay que buscarla en el pasado, cuando se dedicó a componer y a grabar. Con su grupo, Los Canarios, exploró el terreno de la psicodelia y el soul a finales de los 60 y principios de los 70, estilos más bien ausentes del panorama español. Sus mayores éxitos fueron Get on your knees:
y Peppermint Frappé:
A partir de ahí empezó la incursión en el terreno del rock sinfónico y el tonteo con los inicios de la electrónica, lo que les llevó al extrañísimo y difícil de encontrar Ciclos (1974) en el que adaptaban a su estilo las cuatro estaciones de Vivaldi. Un álbum difícil pero que ha ido ganando con los años, al menos en según qué círculos. He aquí un fragmento:
Con esto la banda se disolvió, pero el ánimo aventurero de Bautista no acabó ahí, y el último proyecto en el que se vio metido fue el de representar el papel de Judas en la primera grabación española de Jesucristo Superstar, en el que destacaría sobretodo dos temas en los que les canta las cuarenta a Jesucristo (Camilo Sesto), la Canción de Judas:
y el desfase Gospel de Superstar:
Pero los años han pasado y desde entonces no ha habido nada destacable y sus actividades en la SGAE han hecho que todo lo que en su día hizo por la música (que aunque no mucho en cantidad, sí que tenía una cierta audacia y espíritu experimental) haya quedado en el olvido, y han predispuesto al personal en contra de su música, dilapidando el interesante trabajo que hizo (mucho más que el de ahora, claro).
5 comentarios:
Pos sí que es una pena que se nos haya puesto cascarrabietas este hombre teniendo en cuenta las maravillas que hizo en el pasado.
En fins, siempre estarán en la memoria de quien sabe investigar.
Un saludico majo!
Tanto como maravillas no sé si son, pero interesantes desde luego (al menos por salirse de la norma respecto a lo que entonces se hacia en España).
Saludines.
Don Eduardo García Bautista, aunque tu apodo podria ser el de LADRÓN.
Lo triste de todo es que te estas robando a tí mismo y eres tan ignorante que no te das cuenta.
Leyes del Karma.
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