lunes, 29 de octubre de 2007

Traidor


El día que murió prometí que aprovecharía más los momentos, que no me acobardaría tanto, que la vida son dos días y hay que comerse menos el tarro. Pero qué le vamos a hacer, he vuelto a traicionarme. A mi y a los míos. Tal vez es porque vivir es un continuo acto de traición, el hecho más inmoral.

2 comentarios:

Dátil dijo...

Sigue con tu promesa. Es inevitable retroceder en el intento. Por eso somos lo que somos "Humanos".
No sé trata de omitir, sino de emitir.
La vida son dos días o tres, pero lo que nos llevamos es tan nuestro que por eso nos distinguimos los unos de los otros.

Un beso fuerte.


pd. A pesar de tener algunas notas desafinadas entre tu y yo.

Qué le vamos hacer...,

;P

El Pez Martillo dijo...

Notas desafinadas? Nada que no se pueda solucionar. Aún nos quedan bellas melodías que interpretar. Eso sí, sin traiciones, jejej, que uno intenta cumplir sus promesas.