domingo, 3 de septiembre de 2006

Fotos


Me encantan las fotos antiguas. Las del siglo XIX. Con su blanco y negro a veces desavíado y sus tonos sepia. Son fotografías solemnes, preparadas. Se nota que hacerse una foto en aquella época era algo más o menos extraordinario, y se hacían para conmemorar momentos especiales, no como ahora, que hacemos fotos de todo (y de cada vez más, desde que hasta los teléfonos llevan cámara incorporada) . Las posturas son forzadas, se les nota que están posando. Siempre miran a la cámara, y eso les da un cierto aire de misterio, porque al ponernos ante una de estas fotos, parece que sus protagonistas nos están mirando desde el pasado. Se produce en ellas un punto de contacto sin intermediarios entre el presente y el pasado. Es estremecedor cómo personas que han muerto hace tiempo parecen estar pidiéndonos algo desde el papel fotográfico, como si tuviéramos alguna deuda para con ellos. En cierto modo es así. Incluso es inquietante mirar a los ojos de esta gente, porque parecen que nos miran personalmente a nosotros. En fin, que me gustan las fotos antiguas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Son extraordinarias. Como de otro mundo, porque quizás físicamente no, pero socialmente sí lo son y, bastante. Extraño, te miran y... que pasarán por esas cabezas... Eso me inquieta cuando veo fotos tannnn antiguas.

Un saludo.

El Pez Martillo dijo...

Supongo que también es por esas vestimentas tan extrañas para nosotros, que muchas veces tenemos asociadas a toda la imaginería del terror (Frankenstein, Poe, el romnaticismo en general...).

¿Y esas fotos que se hacían antes a los muertos?. Esas sí que son inquietantes.

Anónimo dijo...

Y eso. ¿Se las hacían sonriendo...? Suopngo que para recordarlas como en vida por última vez.
También el color está asociado mucho con películas de miedo. Típica foto donde venía el que ahora es espectro y asesina a diestro y siniestro. Los collares de perlas, la ropa negra... tienes razón.

P.d.: En la fila de arriba, el cuarto por la izquierda ¿tiene toda la cara de Nietzsche? Se parece, ¿no? Tiene un flequillo raro, pero seguro el mismo pedazo de bigote.

Un saludo

El Pez Martillo dijo...

Creo que lo de las fotos de muertos era para tener alguna foto. Se trataba de una ocasión especial. Ahora tenemos miles de fotos nuestras, pero antes era distinto, y tengo entendido de que las familias se rascaban un poco el bolsillo para tener ese recuerdo del fallecido. Un recuerdo un poco macabro, la verdad. Hay por ahí alguna página en la que hay muchas de esas fotos de muertos.

Es verdad que se parece a Nietzsche. Y el tupé ese es muy friki. Y también la cara de mala leche que pone.