He decidido empezar a llevar un diario de sueños. Porque es un terreno que cada vez me interesa más. No se trata de hacer interpretaciones peregrinas, ni de buscar premoniciones ni nada raro. Tan sólo describirlos, intentando remarcar aquello más llamativo. Anotaré el relato, lo que sucede, pero también elementos externos a ellos, como la hora a la que los sueño (siempre y cuando sea posible, en el caso de que me despierte en su transcurso), su relación con eventos de la vigilia pasados o futuros (insisto, no premoniciones, pero puede ocurrir que si mañana o pasado he de tomar un avión, hoy sueñe con aviones, por ejemplo), así como el impacto emocional que generan (porque a veces algunos sueños te colocan en una determinada disposición anímica que perdura hasta bien entrado el día).
Porque todo ese tiempo que pasamos dormidos también estamos vivos y nos ocurren cosas. Cosas que pueden ser importantes. A un insomne como yo nada le apetece más que bucear en las profundidades del sueño. Y quién sabe, a lo mejor el interés haces que duerma más.
En principio es algo privado, pero no descarto publicar alguno de mis sueños aquí (como de hecho ha ocurrido en alguna ocasión).
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