lunes, 6 de mayo de 2013

Son Dureta: el Pripyat palmesano.

Los lugares abandonados tienen un aura especial. La soledad y el desuso tienen un efecto que acelera el desgaste, lo que provoca que en poco tiempo se vean decrépitos y desolados. Decadentes. Se hace difícil creer que estén vacíos, que no haya más vida que la de las plantas y pequeños animales que allí puedan haber, y nuestra imaginación los puebla de entidades que los habitan. Es, por decirlo de alguna manera, un vacío lleno. 

En Palma tenemos desde hace poco tiempo (dos años y medio) una instalación abandonada de enormes dimensiones. Me refiero al viejo hospital de referencia para las Islas Baleares, el emblemático Son Dureta. Ya he escribí sobre el traslado y sus avatares, pero hoy toca hablar del cadáver del hospital. Es difícil encontrar alguien en la isla que no lo conozca o que no lo haya pisado alguna vez. Y todo el mundo conviene en que es desagradable tener aquel complejo de varios edificios, vacío y oscuro, allí ubicado. Los que allí hemos trabajado le tenemos un cierto cariño (sos muchas horas y sucesos vividos allí dentro), pero estamos en general de acuerdo en que pasar junto a él da malas vibraciones. 

Son sólo dos años y medio, pero da pena ver el lugar. la vegetación empieza a adueñarse de la explanada de asfalto que otrora fue el aparcamiento, algunos muretes ya han caído (o han sido derribados), las persianas todas bajadas. Y la oscuridad. La falta de luz por las noches es lo más llamativo. Ni una ventana iluminada, ni una de las farolas que hay en el recinto en marcha. Es un enorme agujero negro en la ciudad, de una negrura casi física, espesa y viscosa, que de algún modo te atrapa y te contagia. Se te queda mal cuerpo cuando pasas junto a Son Dureta. Yo al principio, si con el coche pasaba cerca, daba un pequeño rodeo para verlo, por aquello de la nostalgia. Ahora ya no, intento evitarlo. No quiero pensar lo que ha de ser deambular por sus pasillos, por sus quirófanos y habitaciones en las que aún hay algunas camas, ahora que la actividad hace tiempo que ha cesado y el olor del abandono debe impregnarlo todo. No negaré que me gustaría hacer alguna visita (confieso que al poco de cerrarse, tan sólo un par de semanas después, estuve a punto de colarme, pero me eché atrás ante la visión de un pasillo de servicio repleto de bolsas y cajas sobre las que caía una catarata de agua que vertían unas tuberías ya rotas), pero iría muy acongojado.

Imaginar el complejo hospitalario de Son Dureta a día de hoy me ha traído a la cabeza las imágenes de Pripyat, la ciudad abandonada tras el accidente de la central nuclear de Chernobyl. No han pasado tantos años, ni ha sufrido el efecto de la radiación, pero uno no puede evitar pensar que Son Dureta es, a día de hoy, y por una temporada (hasta que se decidan las autoridades, que dicen tener planes), nuestro pequeño Pripyat particular.

4 comentarios:

PENSADORA dijo...

A lo mejor le sacan partido para filmar alguna peli de zombies de estas que están otra vez tan de moda.

Tiene que resultar ciertamente inquietante su contemplación, pero la verdad es que tu descripción casi me hace tener ganas de darme una vuelta, aunque no lo haría ni lo haré, estoy segura de que me afectaría bastante, así soy yo.

Saludos muchacho! y cuídame la isla por favor que algún día tendré que volver. ;)

El Pez Martillo dijo...

Tengo entendido que lo van a usar para hacer sesiones de microteatro (hay un grupo que se dedica a hacer pequeñas representaciones en salas de construcciones emblemáticas abandonadas de Palma: la vieja prisión, un cine, un puticlub...), y espero enterarme de cuando lo hagan, porque me encantaría poder ir a visitar el abandonado hospital en el que nací.

No te preocupes que la cuido todo lo me dejan ;)

Andreu Beltran Bestard. dijo...

Ciertamente entrar en un hospital abandonado, con ese silencio lleno de pequeños ruidos, el olor a hospital, y las camas vacías, impresiona. En Mallorca hay muchos lugares abandonados, Explorers Club se cuela en ellos para fotografiarlos. www.explorersclubmallorca.wordpress.com

El Pez Martillo dijo...

Hola Andreu, gracias por comentar.

Muy bueno tu sitio y las fotos. Me encantan los lugares abandonados, creo que he escrito alguna cosa sobre ellos anteriormente en el blog.

Saludos.