Lo percibí con toda claridad el otro día en un bar, durante una actuación, a modo de confirmación de algo que vengo intuyendo desde hace algún tiempo: la gente estaba como apagada, hasta los músicos tocaban sin el entusiasmo y la energía de otras veces. Aunque lo inmediato sería decir que tiene que ver con la situación económica, uno tiende a pensar que es al revés, que primero, de algún modo, hay alguna clase de agotamiento en el ambiente que acaba trasladándose a lo económico, que a su vez retroalimenta la situación.
Las burbujas no sólo son materiales, y puede que sean una reacción a situaciones que se desbordan del todo al explotar.
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