Aquel niño huraño, agresivo, rarito, conflictivo, del que todos huíamos. Aquel que intentó acuchillar a un compañero en el comedor del colegio. El irascible. El que se leía los diccionarios desde la A hasta la Z. Despreciado, temido, a veces hasta admirado. Aquel niño hoy es un hombre, y viendo sus fotos y comparándolas con muchos de los que compartimos clase con él, casi se diría que es ahora el más normal de todos. Incluso el más feliz.
A veces parece que todos hemos de cumplir con ciertos cupos en nuestras vidas. Unos los tienen más o menos homogéneos a lo largo de la vida, y otros los acumulan en distintas fases.
3 comentarios:
Le sigo, camarada. Es como el tiempo, todo se acaba acomodando: si el verano se adelanta luego en agosto hace menos calorazo del que toca. ¿Debe haber alguna ley de compensación universal?
Por cierto, ¿el acuchillador tiene ahora perfil en ya sabe qué engendro social?
Lo del clima lo he oído decir en más de una ocasión. También se dice que "lo que no has hecho a los 20 lo harás a los 50". Es una especie de generalización del primer principio de la termodinámica (ya sabe, eso de que la energía ni se crea ni se destruye).
Respecto al sujeto, sí, tiene perfil, precisamente es ahí donde he visto las fotos de su yo de ahora, y me alegra ver que parece más equilibrado que antaño (siempre pensamos que sus "rarezas" eran debido a que era superdotado y su no encajar en la mediocridad de la clase le generaba esa rabia). Por cierto, cierto alfa (y no fui yo, aunque a través suyo compartí alguna salida) fue muy amigo suyo...
Pues tengo mucha curiosidad por saber quién es el paio (me gusta la mezcla del intento de apuñalamiento con su lectura fanática de los diccionarios). ¿No me puede pasar el nombre por vía interna?
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