Sales a la calle a quemar tu angustia. Con el cuerpo molido por el insomnio y la ansiedad. Te arrastras por callejones, huyendo de las avenidas y sus aglomeraciones, buscando una relativa soledad para la reflexión. Y te acabas encontrando con rincones que no conocías en tu ciudad, con sombras y luces distintas, con la primavera en todo su esplendor impregnándolo todo. Sí, a pesar de todo hay belleza. Y aún puede ser apreciada. Hasta podría haber algún margen.
3 comentarios:
¡QUE RECONFORTANTE! Te imagino agobiado con la cabeza funcionando a mil y, de repente, respirando hondo al encontrar ese rincón.
Ratos como ese he tenido yo más de uno y ayudan más que ningún ansiolítico. Es como si el cerebro te hiciera un "click" y te das cuenta de que a pesar de todo, el mundo sigue escondiendo belleza.
Salud compañero! espero que esté usted bien.
Gracias!! No pasa nada, sólo es que la combinación insomnio+madrugar es mortal, y si se le une una tendencia a la ansiedad de base, tormenta perfecta.
las tormentas suelen ser vísperas de resplandores, espero que estés atento y no pierdas detalle. A veces se quedan en los márgenes, a veces nos pasan desapercibidos...la felicidad suele estar a la vuelta de un aesquina, solo hay que encontrar el rincón preciso, en el momento exacto y conveniente.
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