Nos fascinan los números redondos. A pesar de que en realidad no son distintos a cualquier otro número (sólo una variación en la cantidad, igual a la de cualquier otro), tendemos a agrupar las cosas según ciertos "manojos": décadas, siglos, lustros, docenas... Y preferimos las unidades completas. O a lo sumo, con subdivisiones que tienen cierto aire de completitud (medios, cuartos...).
¿A qué viene esto? Puede que por una necesidad de orden, de otorgar unos "cajones" en los que agrupar las cosas, con sus etiquetas, sus subcajones y supracajones. Bien. Pero si sentimos esa necesidad, ¿no será porque partimos de un desorden que hemos de ordenar? ¿De un, digámoslo así, caos primordial, en el que nos movemos y sobre el que hemos de establecer ciertos miliarios con los que orientarnos si queremos "vivir"? Y de ser así, ¿de dónde parte el primer impulso hacia dicho orden?¿Porqué en lugar de abandonarnos al caos, hemos escogido la infirme senda del orden?
5 comentarios:
A mí no me gustan las cosas por el medio, incluso los muebles me gustan arrimados a la pared; pero las personas excesivamente ordenadas me ponen muy nerviosa. A ver si va a ser por esto, señor Pez...
Los animales se adaptan a su entorno, el ser humano lo transforma.
la civilización surge de ordenar un entorno salvaje,el caos es en realidad una percepción humana.
¿sería el mundo caotico si el ser humano desapareciera?
sería a todo lo mas absurdo.
Klee, transformar es nuestra forma de adaptarnos. Tal vez por esa carencia originaria de que adolecemos. Si el ser humano desapareciera, la percepción humana no estaría ahí, y el mismo hecho de preguntar (por lo que sea) sería imposible (al menos preguntar de forma humana). Sí, seguramente lo del caos y el orden sea cosa humana, pero eso no empequeñece la cuestión.
Jart, a mi tampoco me gustan las personas excesivamente ordenadas, pero al final acabamos poniendo orden en algunas cosas (a lo mejor no en los mismos ámbitos que otros, pero de alguna manera satisfacemos nuestras ansias).
Como no me gusta separar al humano del mundo animal (al fin y al cabo no somos más que un mamífero más), diré que no somos los únicos que buscamos un orden: sirva como ejemplo las formaciones de las grullas durante su migración.
Creo que la cosa es más universal y el hombre forma parte integrante de un todo que busca continuamente la contraposición, en este caso, claramente: orden vs. caos.
Igual se me va un poco la pinza, pero es un tema muy amplio.
En fin...
La naturaleza entera es una búsqueda de orden...
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