Después de los moros y cristianos del otro día, me quedé con la pregunta de porqué la gente quiere ser moro. La cuestión es que eran los más vitoreados y todo el mundo iba de moro, cuando se supone que son los malos de la película. ¿Es por alguna cuestión catártica, por rebeldía o por tocar las narices? ¿O será, en definitiva, que ser el malo facilita cometer más excesos? ¿O tendrá que ver con aquello de que los malotes ligan más?
3 comentarios:
Probablemente por una suma de todas esas cosas que dice. Es que ir de bueno todo el día cansa, yo creo.
Este tipo de celebraciones se supone que llevan a cabo una inversión de lo cotidiano, de manera que la identificación con el moro en el Firó se puede complementar con posturas antimoras en la vida de todos los días. Además, como es 'el malo', y en estas fiestas lo básico es hacer barrabasadas, el moro tiene más margen de maniobra que el cristiano.
Ciertamente, el cristiano es el guardián de la tradición y del orden establecido frente al ataque del moro. Y claro, la fiesta tiene mucho de vuelco y de desorden momentáneo, por lo que hay que decantarse por los que traen el caos. Aunque claro, si les preguntamos a ellos, pocos serán los que digan esto, y responderán más bien eso del ligar y hacer el ganso...
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