martes, 8 de abril de 2008
Conflagración-confluencia
Muchas veces se nos presenta como contrario lo que en realidad no son sino versiones de una misma cosa. Y tal vez lo que ocurre es que la lucha que se establece es por una hegemonia, una rivalidad sobre una misma idea. Pienso en cómo desde cierto sector de la población se ataca y ridiculiza a la Iglesia mientras, al mismo tiempo, se defienden discursos que tienen en su base algunas premisas que la Iglesia mantiene desde hace siglos (por ejemplo, defender que una mujer pueda estar encerrada en un cuerpo masculino o viceversa no deja de ser una versión moderna y supuestamente científica de lo del cuerpo y el alma). A lo mejor la lucha no existe en los términos esencialistas en que se plantea, sino que se trata de simples matices (con lo cual se entiende mucho más la confrontación).
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