jueves, 6 de septiembre de 2007
En torno a la persönlichkeit goethiana
"Conviene recordar que uno de los más primitivos inventos del hombre fue la máscara. Franz Altheim, el historiador de la religión romana, persiguiendo la génesis del vocablo persona, encuentra que uno de los dioses más antiguos del Mediterráneo se llamaba Porsen o Pursen -en etrusco fersu. Era el mismo dios que en Grecia se llamara Dyonisos; en Italia Bacchos; por tanto, el dios de los muertos, y tal vez está en relación con él la divinidad subterránea Perséfone o Proserpina. Como suele el dios de los muertos, estaba Porsen encargado de regir el destino de los vivientes. El hombre, para obtener su favor, por tanto, para lograr su destino, su personalidad, le ofrendaba su máscara, la representación plástica de su propia cara, por tanto, lo que parecía más auténtico y esencial del ser humano, pero deformado según la figura del dios. Y cara -os- debió ser el nombre más antiguo de máscara, que por ser ofrendada a Porsen habría pasado luego a llamarse persona. Estas máscaras aseguradoras del destino individual se colgaban de un árbol sagrado. Influido por el dios, se esperaba a que el viento al moverse eludiese, sortease los efluvios adversos, los destinos hostiles. Esto se llamó el rito de la cara que se balancea con el viento -oscillans-, es el rito oscilatorio."
José Ortega y Gasset, Sobre un Goethe bicentenario, 1949.
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4 comentarios:
Hasta ahora no había caído en la cuenta (soy malo, pero no las 24 horas del día), pero esta sobrevenida afición suya por Ortega, ¿no tendrá que ver con cierta ctónica vermaliana que está haciendo la tesis (o al menos pretende hacerla) sobre el señor Ortega y Gasset? ¿Está intentando hacer puntos ante la bella manacorina? :-)
Parece mentira que me conozca usted, amigo Horrach. Mi afición por Ortega viene de unos años atrás, más o menos desde que leí aquello de "la deshumanización del arte" en clase de estética (fue una buena asignatura, en ella alguien me explicó por primera vez algo de Heidegger).
Además, es la primera noticia que tengo sobre la tesis de esa manacorina de la que me habla (ni siquiera sabía que iba a hacer tesis, así que imagínese usted). Le recuerdo que Cluni es usted, y es usted el que creo que tiene más interés en hacer números. ¿Me equivoco?.
Por otro lado, ¿seguro que ella me lee?. Lo dudo mucho.
Por cierto, y para que vea lo de mi afición orteguiana, no sé si le ho he dicho alguna vez, pero estuve a punto de hacer mi tesis sobre Ortega.
Era coña, amigo, ya sabe que soy malo y que periódicamente necesito (gajes de un bicho subsuelítico) tocarle los cojoncillos a alguien.
Y sí, Cluni soy yo, sólo yo (hay por ahí un tal George Clooney, pero no es más que un burdo imitador de un servidor), y Cluni no hace puntos ante las nenas, sino que provoca desmayos y enloquecimientos irreparables. Es dura la vida de un sex symbol, bien lo sabe usted, querido Brad.
(¿ha leído lo que le he comentado de Nietzsche en mi blog? ¿Me copncede la 'exclusiva' por dos días?)
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