jueves, 22 de junio de 2006

Mis músicas favoritas IV. Javier Krahe


"Confesaré que cuando hay luna llena

me hago mujer
y me convierto en la tía más buena
de Santander."

Javier Krahe es, sin duda, uno de los mejores cantautores españoles. También es uno de los más desconocidos, en parte por voluntad propia. No se prodiga mucho por los medios, y tampoco es que se desviva en sus giras (un dato curiosos: en verano se niega a actuar, sólo hace conciertos en invierno, dedicando los veranos a no hacer nada). Sus actuaciones se realizan en pequeños locales, la mayuor parte de ellos bares, y sólo lleva dos músicos con él. Él va a su ritmo y no se vende a los intereses de la industria discográfica, lo cual le resta posibilidades de acceder a las mayorías. No obstante, hubo una época, allá por los primeros 80, en que fue más o menos conocido, ya que colaboraba en algún programa de televisión, y también gracias a la fama que adquirieron sus actuaciones en el bar La Mandrágora en Madrid, junto a Alberto Perez y Joaquín Sabina. De esta colaboración surgió un disco, de título La Mandrágora, que merece estar situado entre los mejores discos editados en España. A partir de aquí empezó el "ascenso" y sus colaboraciones en televisión. Pero todo lo que sube baja, y en 1986, en un concierto televisado de Joaquín Sabina en el que colaboró, se las tuvo que ver con uno de los episodios de censura que acumulamos en esta estupenda democracia. El caso es que se puso a cantar una canción en contra del gobierno de Felipe González y de su actuación en el referéndum de la OTAN (donde, para quien no lo sepa, ganó el No, pero el gobierno dijo que Sí). Al empezar a cantar, la televisión pasó a publicidad. A partir de ahí se le empezó a hacer el vacío y sus popularidad decayó. A pesar de ello siguió trabajando y sacando discos, y desde finales de los 90 está resurgiendo (si bien continúa siendo minoritario).

Sus letras rezuman ironía, sorna y cinismo. Sus temas favoritos son los relatos de amor (que es más bien desamor) de un seductor empedernido que nos cuenta sus (supuestos) ligues. También le gusta meterse con lo más sagrado, haciendo aparecer en sus canciones curas, santos, políticos y demás fauna "trascendental". También, como no, las cuestiones sexuales, que son el recurso más fácil para hacer humor. Las letras son perfectas, con verso a veces un poco barroco, pero muy efectivo. A veces usa palabras poco corrientes, y expresiones muy castizas, pero lo cierto es que clava las rimas, y todo con extrema corrección lingüística. Es más un poeta que un cantante (su música no es la mejor del mundo, y su forma de cantar deja mucho que desear, pero las letras compensan estas carencias con creces), y un poeta al estilo clásico (he leído por ahí que se lo compara con Quevedo). De todos modos, es altamente recomendable si queréis escuchar letras inteligentes y echaros unas risas, que nunca viene mal.

Discografía: Valle de lágrimas (1980), La Mandrágora (1981), Aparejo de fortuna (1984), Corral de cuernos (1985), Haz lo que quieras (1987), Elíjeme (1988), Sacrificio de dama(1993), Versos de tornillo (1997), Dolor de garganta (1999), Cábalas y cicatrices (2002, éste es mi favorito, en directo), Cinturón negro de karaoke (2006).

Canciones destacadas: Antípodas, Mi mano en pena, Alta velocidad, Piero della Francesca, Vecinadario, Un burdo rumor, La perversa Leonor, San Cucufato, Los caminos del señor, Huevos de corral, No todo va a ser follar...

Aquí os dejo un par de tapas musicales para abrir vuestro apetito:

Vecindario


Piero della Francesca

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