Curioso: ante determinado tipo de agresiones, no se puede ni siquiera insinuar que la víctima se lo ha buscado de alguna manera. Ante otras, en cambio, no se hace otra cosa que proclamar a los cuatro vientos que quien ha sufrido el golpe es en el fondo el culpable de su desgracia. ¿Doble raseros? ¿Matices que se me escapan? ¿Ignorancia? ¿O simple maldad?
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