Siempre me han parecido sospechosos esos que dicen lo de que "no es lo mismo libertad que libertinaje", o que "la libertad de uno termina donde empieza la de los demás". No porque no puedan tener cierta razón, sino porque normalmente se pronuncian en un contexto en el que te azotan con la libertad de los demás para reprimir la tuya. Vamos, que se envuelven en los ropajes de la libertad (que son seguros, porque a ver quién se mete con ellos) ajena para coartar la tuya.
La mejor forma de defender la libertad, creo, es siendo libres sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario