Cuando llegó el euro, el negocio vino de redondear al alza los nuevos precios. Puede que eso contribuyera más de lo que creemos a la buena marcha de la economía, generándose una "burbuja del redondeo" que se ha ido desinflando pasado el tiempo. De lo que se trataría, pues, para reactivar el asunto, es de crear nuevas oportunidades para redondear: todo lo que implique tener que modificar precios, dará pie a redondear otra vez. Y si por aquello de la baja del consumo, no es suficiente, habrá que volver la peseta. Redondeando, claro está. Y luego ya nos volveremos a montar en el euro o donde haga falta. Redondeando, por supuesto. En un eterno bucle de redondeos que lleven a la economía allí donde debe de estar.
3 comentarios:
Dice el diccionario de real academia de la lengua española que redondear es terminar o completar algo de modo satisfactorio. También dice que redondear es prescindir, en cantidades, de pequeñas diferencias en más o en menos, para tener en cuenta solamente unidades de orden superior. Así, pues hay dos métodos de redondeo: el método del truncamiento, que consiste en cortar el número a partir de cierta cifra (por ejemplo, ∏ = 3,141592... y redondeando en este caso a nivel del segundo decimal se tiene que ∏ = 3,14), y el método del aumento que ya todos conocemos por experiencia propia. Seguramente, si la subida de los precios por el incremento del IVA sirve también para aplicar nuevos redondeos, seguramente no será el método del truncamiento el que se aplique. De modo tal que, en la presente ocasión, como marca la tradición hispánica, tanto la pública hacienda como los privados establecimientos redondearán también el negocio.
Resumiendo: a pagar!!!
Pos sí, a pagar, como siempre.
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