jueves, 5 de octubre de 2006
Teleoperadores
Odio que me vengan a vender cosas. De pequeño me dijeron eso de que el que quiera peces, que se moje el culo. Y desde entonces desconfío de todo lo que parece fácil. No puedo con los del círculo de lectores (la mayoría de libros que leo no están en su guía), ni con los testigos de Jehová (en teoría estos no quieren que compres nada, lo cual es mucho peor). Pero en los últimos tiempos he de vérmelas con las compañías telefónicas que llaman para ofrecerte servicio "increíbles" a precios "sorprendentes". Son unos acosadores. De entrada les doy coba, a ver que me cuentan. Lo hago por pura maldad, para que pierdan el tiempo con un potencial cliente que no va a dejar de ser potencial (porque la verdad, el no lo tienen de antemano). Al final, ante su insistencia tengo que ponerme borde. Si les digo que no me interesa, me preguntan que porqué. Y como no tengo ningún porqué más que el de quitármelos de encima, les contesto cualquier impertinencia. Ya sé que los pobres empleados no tienen la culpa de nada, pero son el eslabon más débil y el que da la cara, así que los golpes de mi impotencia se los llevan ellos. La vida es así.
Hoiy me han llamado de dos compañías distintas para venderme sus internets. La segunda llamada ha durado como 20 minutos (cómo se nota que comen de esto, esta pobre gente). Al final he terminado preguntando qué tenía que hacer para que no me volvieran a llamar (ante la amenaza verbal de que el sujeto me iba a llamar dentro de 48 horas para ver si me lo había pensado, sin saber, el pobre, que yo pienso muy lento). Y lo peor ha sido la respuesta: que hasta que no conseguían que se les diga que sí a sus ofertas, pues no nos borran de las listas. ¡Toma ya!. Y luego nos vienen con el cuento del libre mercado y demás. El cliente decide. Sí, claro. No sé hasta que punto eso es legal, pero eso es lo de menos (supongo que es lo mismo que debe decir la compañía de turno, ya que mientras tanto habrá conseguido algunos clientes más fáciles de convencer que yo).
Nada, que sigan llamando, que yo seguiré contestando con la amabilidad que sólo les reservo a ellos. Y si alguno lee esto y me dice que ha leído mi blog, a lo mejor me pienso su oferta. Si no, mi respuesta va a ser NO.
PD: la contraseña será Gelassenheit.
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2 comentarios:
La verdad es que se ponen muy pesados, si...supongo que existe la ínfima posibilidad de que una pequeña parte de la población contrate esa compañía, más que nada por pura desesperación, y en eso se basa su insistencia...
Pero hay muchas otras compañías que seguirán llamando e insistiendo...
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