sábado, 30 de agosto de 2014

El muerto en el entierro

Una pequeña anécdota acaecida ayer muy sintomática de cuál es la situación:

Final de etapa de la vuelta a España. Llega el corredor escapado a meta, y detrás de él va un coche de la organización. En él, va el alcalde la localidad. Hasta aquí, todo más o menos normal y aceptable. Lo llamativo es que durante los últimos centenares de metros de la etapa, en el punto en que más público se acumula, el alcalde, de pie en el coche, espoleaba a los asistentes para que animaran. Y el paso por meta del ciclista lo celebró como si hubiera sido él el ganador. 

Entiendo que los consistorios hacen sus esfuerzos por que las carreras ciclistas pasen por sus pueblos y ciudades. Y que ser final de etapa no es fácil y hay que competir con otros candidatos. Entiendo también que es una promoción para el lugar. Pero me cuesta entender ese afán por ser el centro de atención, el salir en la foto, tan propio de nuestras autoridades. Y ese paternalismo de estar empujando al público a aplaudir y animar, como si quisiera demostrar que la gente de su pueblo (su gente, uno no puede evitar pensar en que de algún modo así lo creen) es la que mejor anima y que de no ser así, el que queda mal es él. 

viernes, 29 de agosto de 2014

Maneras del político

Echo de menos políticos espontáneos, originales, con sello personal (con carisma, si quieren llamarlo así). No me gustan todos estos que parecen meros altavoces de argumentarios que han hecho otros, que hablan todos con la misma entonación y que son perfectamente intercambiables. Me gustan los líderes, no las gentes "de partido", que son meras correas de transmisión. Que se note que el partido lo dirigen ellos y que marcan tendencia en él, no como ahora, que parecen estar a las órdenes de oscuros agentes que nadie conoce bien. Quiero pensar que los actuales dirigentes lo son de veras, pero no lo parece, y que lo parezca es algo importante. 

No creo demasiado en lo asambleario, no al menos como lugar de toma de decisiones directas. Tampoco creo en el ordeno y mando de un dirigente tiránico que se ha hecho con el poder con malas artes. Si acaso, la asamblea es el lugar de surgimiento y ratificación de un líder, que ha de ver sus opciones afirmadas por el grupo, y que ha de poder darle de lado y permitir que surjan otros. 

En el plano estético, echo en falta políticos alegres, sonrientes, joviales (¿campechanos?, no lo tengo tan claro), que incluso lleguen a poder hacerme reír en un momento dado. Se muestran anquilosados, encorsetados por sus cálculos y temores, rígidos en su no salirse del guión que les han escrito. Ni siquiera los que van de rompedores han logrado romper este esquema, por lo que uno duda mucho de ellos. 

En cualquier caso, hay que ir con mucho cuidado, porque el próximo aspirante a tirano va a venir vestido con esos ropajes de jovialidad y cercanía, así que ojo avizor. 

martes, 26 de agosto de 2014

En conserva

No se me ocurre mejor manera de conservar que no tocar, que dejar que las cosas sigan su curso "natural". Cualquier intervención que tenga como objeto la "conservación" ya es una manipulación y por lo tanto va en contra del espíritu conservador. 

Congelar no es conservar. 

viernes, 22 de agosto de 2014

Tablas de salvación

Imaginémonos en el mar, de noche, en medio de una tremenda tormenta. Nuestra embarcación se ha hundido y estamos a merced de las olas, con un simple salvavidas que no impide que con el oleaje traguemos agua. De pronto, la luz de la luna nos deja intuir una forma que parece flotar mejor que nosotros. Es un madero. No muy grande, pero lo suficiente para que nos podamos agarrar a él y creamos que va a sostenernos en medio del temporal hasta que vengan a salvarnos o que las corrientes nos lleven a alguna orilla. No importa que en realidad sólo nos aporte un aumento infinitesimal de posibilidades de sobrevivir, lo importante es que creamos que en ese triste pedazo de madera está nuestra salvación. Es más, nos sostiene más esa creencia que el material en si. 

Ahora trasladen esto a la situación nacional (e internacional, porqué no), y tal vez podamos explicar el auge de algunos movimientos. 

martes, 19 de agosto de 2014

Adhesión parcial

Antes de la adhesión, hay que autopsiar, desguazar y machacar. Y quedarse con las piezas que más nos gusten. 

Hay platos que no hay que tragarse enteros, sino picotear un poco de aquí y otro poco de allá. 

lunes, 18 de agosto de 2014

El triángulo del abandono

Vivo en un triángulo formado por tres lugares emblemáticos de la ciudad, de esos que dan peso y densidad al barrio en el que se localizan: un cuartel, una prisión y un puticlub. En principio no es nada destacable, ya que se puede establecer cualquier triángulo a partir de sitios con cierta aura. Si no fuera porque estos tres están abandonados. Los años comban sus tejados, sus ventanas están rotas, y los grafiteros han dejado sus firmas en ellos. Pero dentro están vacíos, repletos de ecos del servicio militar, de penas justas o no, de polvos y juergas más o menos memorables, del sufrimiento de los jóvenes que pasaron una mili desgraciada, de los presos que padecieron malos tratos (de sus compañeros o de los funcionarios, quién sabe), del asco que sintieron las putas al tener que satisfacer a según qué clientes. Todo eso te llama cuando pasas por al lado, y se siente una densidad especial en su cercanía. Y todo, a unos pocos centenares de metros de casa por tres frentes distintos, vivo rodeado de esta espesura. 

PD: no puedo evitar comentar un hecho jocoso acerca de club de alterne, que fue el más popular y lujos de Palma, sobre el que se hacían mil chistes y comentarios. Resulta que cuando cerró, pasó a ser un restaurante al que pusieron de nombre "La sardina de Mallorca".  

sábado, 16 de agosto de 2014

De la autopista al via crucis

A veces ocurre que los agentes de algún tipo de cambio o movimiento, hablan de él como si fueran unos meros espectadores, como si en realidad, el hecho de ser los que lo ponen en marcha, los situara al margen de él. Se las prometen muy felices y creen tener ante ellos una autopista sobre la que transitar seguros en un ambiente que creen controlar. Pero no saben, en su falsa seguridad, que a veces las acciones tienen consecuencias no queridas, y más cuando se toman decisiones que afectan a un gran número de gente en áreas más o menos sensibles. Y al final, el plácido viaje se convierte en un vía crucis.

En cualquier caso, hay que tomar decisiones, y no conviene perderse en un cálculo milimétrico que resultaría extenuante y paralizante. Pero tampoco hay que actuar alegremente, como si todo estuviera atado y bien atado. Y hay mucha gente que parece que así lo cree. 

viernes, 15 de agosto de 2014

La grandeza según N


Las cosas grandes exigen que de ellas se guarde silencio o se hable con grandeza: con grandeza, es decir, cínicamente y con inocencia. 

Friedrich Nietzsche
Fragmento 11[411] (Cuaderno W II 3, noviembre de 1887-marzo de 1888)


jueves, 14 de agosto de 2014

indignados profesionales

Hace unos días escribía, a propósito del postureo escandalizado de los que ven en los comportamientos de los turista una afrenta a "la terra", acerca de esta gente que aprovecha cualquier oportunidad para hacerse los dignos, y ya de paso, sermonear un poco al personal. Hoy quiero extender la reflexión (o la crítica, o el sermón, si así lo quieren), a los indignados profesionales, esos que hacen de algo temporal (el cabreo es algo que brota, que explota, pero que se acaba pasando) un estado permanente. A esos para lo que casi todo les provoca invectivas, que ven señales de sus "enemigos" por todas partes y todo es sospechoso. La mueca de desagrado lo llevan ya fijo en el rostro, de tanto que la han esgrimido. Curiosamente, este tipo de gente tiene unas convicciones políticas muy firmes: liberales (al menos en su estrambótica variante española), nacionalistas, podemistas... Gentes que son toda simpatía con según que asuntos, pero ojito con bromear con según qué cosas, que se les transmuta el rostro y proclaman fatuas contra ti.

Ven al enemigo por todo, pero es un enemigo ficticio, que vive en sus mentes indignadas. Con ello, lo que logran es denigrar la realidad y lamentarse porque no encaja en sus esquemas. Con lo cual, no son más que la prolongación laica de cierto tipo de religiones que han condenado la existencia en pos de un paraíso (aquello del valle de lágrimas, ¿les suena?). Nada nuevo bajo el cielo, pues. Y de liberación, la justa. 

miércoles, 13 de agosto de 2014

Aprender de la historia

La única experiencia de la que podemos sacar alguna lección es de la propia, y ni aún así. De lo que hay escrito en los libros, poco podemos sacar, puesto que eso lo vivieron otros, y muchas veces ni siquiera nos lo están contando ellos. Así que no nos debe extrañar que haya hechos y errores que se repiten de forma contumaz, ya que en realidad siempre es una primera vez. Además, no siempre es igual, ya que hay matices que hacen que sea diferente, siendo el relato el que es igualador (y a menudo, de forma interesada). 

lunes, 11 de agosto de 2014

Agradecimientos

Cada vez que alguien me da la gracias por haber hecho mi trabajo siento un cierto rubor, y puede que reaccione de forma un tanto fría e incluso seca. No me considero merecedor de ningún reconocimiento por hacer lo que se supone que he de hacer, y tampoco es conveniente permitir que se sobrealimente un ego que hay que tener a raya. Así que, si me dan las gracias, respondo con un "de nada". Y nada más.

domingo, 10 de agosto de 2014

Vetusta Morla. Los días raros.

Una de sincronicidades. A veces se te mete una canción en la cabeza y no te la puedes sacar. La tienes sonando en bucle en tus neuronas, velando otras cosas. Creo que a todos nos ha pasado. Pues bien, el otro día tenía yo Los días raros de Vetusta Morla ahí puesta, y me estaba cambiando en los vestuarios del gimnasio cuando entro otro tío que venía silbando la misma canción, justo el mismo punto que yo tenía en mente. Fue como oír fuera de mí lo que tenía dentro. 


Sin duda una casualidad, en la que influyó que unos días antes hubieran actuado en Palma (yo estuve, y apostaría porque el otro tipo también). Pero una casualidad mágica.

sábado, 9 de agosto de 2014

Magaluf o la historia interminable

Algo de verdad debe tener lo del eterno retorno de lo mismo, porque en Mallorca, desde hace años, tenemos el mismo tema estrella: Magaluf. Primero fue por el balconing, luego por los Oxy-shots (alcohol tomado en aerosol, por vía pulmonar), y este año es el mamading. Pero no voy a comentar nada de las burradas que las hordas de jóvenes con ganas de juerga salvaje hacen o dejan de hacer. Esos están unos días y luego se van. Prefiero hablar de la actitud de mis paisanos, que al fin y al cabo es a quien hay que padecer todos los días y por todas partes (lo de Magaluf ocurre sólo en una calle). 

La cuestión es que cada verano se llenan los diarios de noticias sobre Magaluf, y siempre hay mil y un comentarios, y las autoridades se llenan la boca, y las conversaciones proliferan. Se dice que es intolerable, que da mala imagen de la isla, que hay que hacer algo... Y siempre se promete hacer algo, pero sabemos que el año que viene estaremos en las mismas. En toda esta amalgama de actitudes, la grandísima mayoría escandalizadas, se mezclan la inoperancia (o la poca voluntad de ser operante) de los gobiernos (sí, se han reunido con embajadores, han hecho guías para los turistas, e incluso publicidad en diarios británicos para promover los buenos comportamientos), el desinterés de los empresarios del turismo (a quienes ya les va bien), y la mojigatería de la población, que se escandalizan como monjitas porque creen que es una pofanación de la sagrada tierra mallorquina. 

Vamos a ver, yo soy más o menos moderado y no me va esta clase de desenfreno entre salvaje, histérico y compulsivo. La borrachera por la borrachera no es lo mío. Pero oiga, con no hacerlo yo y no juntarme con la gente que lo hace ya me va bien. Lo que hagan los demás es cosa suya (siempre y cuando no cometan delitos), y mejor tener a estos energúmenos (que me de igual lo que haga no quita que no lo sean) concentrados en una localidad (en realidad, una calle) que no dispersos por todas partes y dando el coñazo en todos los hoteles. 

Y al fin y al cabo, qué quieren que les diga, que un tío borracho y puesto de todo se caiga de la ventana y se mate intentando entrar a su habitación de hotel desde la de al lado porque se ha dejado (o ha perdido) la llave, no deja de parecerme un digno homenaje a Darwin. Y a Newton. 


viernes, 8 de agosto de 2014

True detective


Mucho ojito que hay semispoilers
Hace nada que he acabado de ver True detective, y aún la estoy digiriendo. Más allá de la historia del asesino en serie que utiliza sus víctimas para realizar extraños y oscuros rituales (algo ya bastante visto), están los personajes, hasta el punto de que uno no sabe bien de qué va exactamente la serie, si sobre la investigación o sobre los investigadores. Agentes más bien oscuros, con momentos desagradables, y algunas frases lapidarias, sobre todo el extraño Rust Cohle (interpretado por un Mathew McConaughey en estado de gracia, quién nos lo iba a decir cuando era guapo oficial de Hollywood y novio de nuestra ínclita Pe), que transita por una misantropía resignada pero que se obsesiona durante años con desentrañar el misterio del asesino (a pesar de la epifanía que sufre al final, que le lleva a hablar en términos de luz y oscuridad, me parece más bien que es la obsesión lo que lo mueve, la férrea voluntad de resolver un puzzle que le reconcome). 

Reconozco que el tono en el que hablan se puede hacer pesado, y que el rollo subsuelítico y místico-filosófico que se trae el susodicho Cohle, sumado a que la acción a veces se atasca y se va por otros derroteros (como las infidelidades y el matrimonio del personaje que interpreta Woody Harrelson, gracias al cual vemos el lado oscuro de este detective) puede hacérsele indigesto a más de uno, pero la serie es toda una experiencia, cuando menos desde el punto de vista estético (la fotografía es magistral, y esos ambientes pantanosos de la Lousiana le dan peso y densidad a los captítulos). No es trepidante, no (si exceptuamos el muy comentado plano secuencia final del cuarto capítulo), pero a alguien que ha estudiado filosofía y que le gustan estas cosas con cierta profundidad (aunque tampoco es un tratado de metafísica) se le hace agradable de ver, y al menos le da una vuelta de tuerca al género policíaco, tan común y explotado en nuestros días. 

Y además, la banda sonora, seleccoinada por T Bone Burnett, es brutal.

jueves, 7 de agosto de 2014

Salvándonos hacia el peligro

A veces lo que hacemos para mantenernos a salvo nos expone, por distintos caminos, de forma más clara a aquello que pretendemos conjurar. Es lo que ocurre con las medicinas, que lo mismo pueden usarse para curarte o para matarte. 

Un claro ejemplo de ello es lo que ocurrió durante la gran peste del siglo XIV, cuando la gente acudía en masa a las iglesias y a los rituales que se organizaban para solicitar la intercesión divina contra la enfermedad. De este modo, aquellos oficios fueron terreno abonado para la expansión de la peste, que se cebó entre aquellos que más hicieron (con las creencias de entonces) para evitarla. 

miércoles, 6 de agosto de 2014

Saliendo de la crisis

Hace tiempo que vengo diciendo que el petardazo lo vamos a pegar cuando empecemos a salir del agujero. Del agujero económico, quiero decir. Porque igualmente digo que la crisis no es económica, que los efectos en la economía son una consecuencia de algunas corrientes que llevan más tiempo operando en nuestro mundo. Y que posiblemente la salida de la crisis suponga una profundización en otros aspectos, por lo que se puede dar esa supuesta paradoja de que cuando las cosas vayan bien (desde el punto de vista de las cifras que manejan algunos, que habría que ver si los datos que nos ofrecen, o las interpretaciones de estos que nos brindan son buenos o no) sea cuando explotemos. Y entonces vendrán las caras de sorpresa (y la rabia, porque creerán que alguien les está boicoteando el trabajo que vienen haciendo, cuando ellos son un agente más de la crisis) de los que se creen que sólo es cuestión de números de parados y de ganancias empresariales. No tardaremos en verlo, las contracciones ya se anuncian. 

Pero no será un parto que alumbre una nueva sociedad, sino tan sólo una fase nueva de la crisis (tal vez llamarla así ya es un error, podríamos hablar más bien de caída, de debacle) que lleva algunas décadas en marcha y que no será tan fácil de conjurar. 

martes, 5 de agosto de 2014

De confesiones y engaños

Cuando alguien confiesa un engaño, puede que sea un arrepentimiento sincero el que lo mueve a dar el paso, y en efecto es lo que nos quiere hacer creer. Pero teniendo en cuenta que ha estado tiempo hurtándonos la verdad y administrándola, no es descabellado que ahora que la desvela, sea por pura estrategia y en busca de sacar algún beneficio. Por lo demás, ¿porqué tendríamos que creer a alguien que nos dice que nos ha mentido?.

lunes, 4 de agosto de 2014

Mi generación

Según la teoría de las generaciones de Ortega (que creía que lo adecuado para medir la historia no eran las décadas, lustros o siglos, sino las generaciones), los de mi quinta y yo (año arriba, año abajo) estamos en un momento en el que acumulamos la suficiente experiencia y empezamos a asomar la cabeza entre los que gestionan el mundo. Ya nos hemos formado de forma suficiente, y ahora estamos dejando nuestras primeras huellas en el presente. Y además, nos proyectamos al futuro: vienen los hijos y los tenemos que educar y facilitarles las herramientas para que puedan dar sus propios pasos el día de mañana. De nuestro trabajo dependen los caminos que puedan tomar.

La verdad es que da vértigo y uno no puede sentir temor ante la posibilidad de que seamos incapaces, aunque en cualquier caso, no lo seremos más que otros que han venido antes.

sábado, 2 de agosto de 2014

A la contra

A día de hoy, que te llamen reaccionario, es casi un halago. Significa que no estas en su onda, en la de los que los que ansían colgarte un sambenito y tener claras algunas cosas sobre los otros, para así estar más seguros ellos. Es una vía, digamos, natural y sencilla, pero es muy peligrosa, porque siempre hay una insatisfacción, porque la realidad se empeña en contradecir las seguridades y tarde o temprano decepcionamos a alguien, que, en su autoconciencia (y autocomplacencia) es lo más de lo más, se ve la obligación de reprenderte. Por lo que los reaccionarios, los que reaccionan (con desagrado y de forma acusatoria y para crear un constraste), en sentido estricto, son ellos. 

viernes, 1 de agosto de 2014

Fermentación

Hay cosas que, como el vino, han de fermentar a oscuras y escondidas, y tomarse su tiempo. Incluso también requieren de ser apisonadas para extraerles el jugo. Hay que tener cuidado con los que van por ahí predicándolas, o vendiendo métodos milagrosos.  ¿No será ésta una de ellas, y yo mismo alguien de quien cuidarse?