jueves, 31 de julio de 2014

Radicalización

"Es que los otros se están radicalizando", dice alguien como excusa a su propia radicalización. Y al final, todos radicales. 

miércoles, 30 de julio de 2014

De las palabras a los hechos

Oído el otro día en la cola del supermercado: 

"Hay que abrir los cementerios, hay que volver a fusilar, que por lo visto no se fusiló lo suficiente".

Supongo que siempre ha habido gente que así opina, pero me preocupa que aumente su número, ya que cuantos más sean, más fácil es que haya alguno dispuesto a pasar de las palabras a los hechos, y estas cosas son como el vapor, que una pequeña fuga puede hacernos saltar por los aires. 

lunes, 28 de julio de 2014

Decisiones contrariantes

Reunión de la comunidad de vecinos. Alguien ha propuesto cambiar de administrador, se han presentado varias alternativas, ya que según el cabecilla de la iniciativa la gestión es nefasta (pero cuando se le pregunta, no aclara los motivos por los que así lo considera y se sale con vaguedades del tipo "podría daros mil razones" o "es muy evidente"). El tipo insiste e insiste en que votemos, en que tenemos que tomar una decisión cuanto antes. Se vota, y se decide que no se cambia de administrador. Entonces, el hiperdemócrata, el defensor del voto, ante la derrota de su opción, se cabrea y se larga, aduciendo que no tiene sentido seguir con esa farsa. 

Es sólo una anécdota, pero no es la primera vez que observo algo así, y apostaría porque quien más quien menos ha vivido algo parecido en alguna ocasión. Y es que cuando la corriente es a favor es muy fácil remar (o hacer creer a los demás que se rema), la verdadera catadura del personal se ve cuando vienen mal dadas. Eso, y que parece que la fidelidad de alguien a unos principios es inversamente proporcional a los aspavientos con que los defiende. 

sábado, 26 de julio de 2014

El valor de la educación

Por si no nos habíamos enterado aún, no vamos a tardar mucho en averiguar que, contra lo que creían nuestros antepasados, la educación no lo es todo, que podemos tener muchos estudios, saber muchos idiomas, ser muy cultos y muy leídos, pero ser unos miserables y la peor de las bestias. 

viernes, 25 de julio de 2014

En un plano

Cuando dos instancias chocan se crea la falsa impresión de que son contrarias, cuando en realidad el choque se produce porque tienen más de lo que creen en común (es decir, si dos líneas se cruzan es porque están en un mismo plano y comparten un punto). Es algo así como la lucha por un nicho ecológico. 

Dos cosas diferentes, si de verdad lo son, no se cruzan, y hasta puede que se ignoren.

jueves, 24 de julio de 2014

Procrastinar

Si a algo me he dedicado últimamente, es a procrastinar. Es un palabro de una sonoridad que me encanta, y que viene a significar eso que hacemos a veces de diferir nuestras obligaciones o propósitos, rodeando el asunto sin entrar en él, dándole largas. Cualquier cosa que tenga intención de hacer, da igual que sea una tontería, acabo posponiéndola para hacer otras cosas más inútiles. No sé cómo lo hago, pero siempre me enredo con algo que no es lo que quería hacer. Es frustrante, porque uno querría hacer eso, pero es como si una fuerza exterior te dirigiera hacia otro lugar, con el consiguiente cabreo conmigo mismo. En parte, la procrastinación es uno de los motivos que me han mantenido alejado del blog. 

¿Será que en el fondo no queremos ir por el camino que nos hemos marcado, que en el interior sabemos que no es esa nuestra tarea y por eso la evitamos? ¿O es pura y simple gandulería?

miércoles, 23 de julio de 2014

Resurrección

Si queda alguien ahí, si en estos meses de absoluta inactividad alguien ha permanecido atento a este espacio muerto, le alegrará saber que ha llegado el día en que este cadáver se levanta. Espero que no sea en forma zombificada, sino como dicen las escrituras que vamos a alzarnos de nuestras sepulturas el día del juicio: en posesión de la gloria divina. 

La cuestión es que tras una etapa de languidez y descentramiento, he empezado a sentir la necesidad de escribir y de comunicar. Da igual si no hay interlocutores, la cuestión es sacar cosas fuera, echar lastre para, al menos, intentar alzar el vuelo y ver qué hay más allá del muro, si es que hay algo. No sólo por una cuestión interna, sino también porque los acontecimientos me empujan. Se avecinan tiempos interesantes, y va siendo hora de decir la mía, de marcar distancias y poner (mis) puntos sobre (sus) íes. 

Me gustaría ser constante, volver a la vieja pulsión bloguera. Me hace falta.