miércoles, 24 de abril de 2013

El caso del suicida que casi se mató

En el mundo sanitario abundan las anécdotas. Por un lado se trata de un mundo que todo el mundo conoce y de una u otra manera toca (¿quién no ha ido al médico, o ha estado en un hospital?), pero un mundo complejo y repleto de palabras difíciles a las que la gente que no está familiarizada con ellas puede acabar dando cualquier forma (como aquella vez que una señora anciana me habló de "las verticales" para referirse a las vértebras cervicales). Por otro, están las extrañas vicisitudes a las que la gente se ve sometida, y que llega al mundo sanitario bajo la forma de extraños casos (el más comentado de todos, por bizarro y morboso es el de "objetos extraños en cavidades corporales"...). 

Pero déjenme que les cuente una anécdota que me narró una compañera el otro día, en la que un suicida fracasado, que se había tirado desde un primer piso (primer error) y se rompió unos cuantos huesos, fue trasladado a urgencias, donde llegó lamentándose, dolorido, repitiendo entre sollozos: "ay Dios mío, que me quería suicidar y casi me he matao".

4 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Una pregunta: ¿era señor o señora? Lo digo porque ya sabe que muchas ctónicas practican sus tentativas de autolisis como llamadas de atención o formas de chantaje emocional. En ese caso cuadraría que al sujeto le sorprenda su situación.

El Pez Martillo dijo...

Era un señor, aunque ya sabe que hay hombres con una elevada ctonicidad.

PENSADORA dijo...

¡¡¡JAJAJA!!!!

Esto me recuerda al chiste de esos dos abueletes que se veían todos los días en la sala de espera de su médico de cabecera. Un día falta uno de ellos y al día siguiente el compañero le pregunta: "chico, ¿que cosa que no viniste ayer?" y el abuelo responde "esque estaba malo".

Yo creo que el suicidio tiene una misión fundamental en ambos sexos y es precisamente llamar la atención incluso como venganza. Más femenino sí, pero una tía que quiere llamar la atención a través del suicidio utilizaría métodos más dramáticos que un simple saltito desde el primer piso.

¡¡¡Saludos a los dos compañeros!!!

El Pez Martillo dijo...

Sí, llamar la atención sí, pero más de uno no quería morir y se ha matado. Mejor no jugar con fuego.

Sobre las diferencias entre hombres y mujeres suicidas, creo que tanto Horrach (sobre todo) como servidor hemos hablado sobre elllo en los blogs: las estadísticas dicen que los hombres somos más drásticos (tirarse desde las alturas, pegarnos tiros...), y las mujeres más "suaves" (el método estrella entre las féminas son las pastillas).

Saludos.