martes, 31 de diciembre de 2013

Un año para no olvidar

2013 no ha sido el mejor año. De los que suele decirse que son para olvidar, cuando en realidad son los que más han de estar en el recuerdo. En parte porque el recuerdo es algo del pasado, que ha quedado atrás, y en parte porque el dolor suele ser más productivo, se puede extraer de él más que de la felicidad. No se trata de regocijarse en la desgracia o la incomodidad, sino tan sólo tenerla presente, saber que lo negativo existe, y no intentar cubrirlo con una capa de pintura positiva que no es más que un bálsamo. Sólo así escuece un poco menos. 

De entrada, no parece que el año nuevo vaya a traer muchos cambios, aunque sí que hay algún reto en un horizonte indefinido de los próximos meses. Esperemos, al menos, poder seguir guardando cosas en la memoria.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Jetas

Cada vez más primario y "estomacal", de un tiempo a esta parte me vengo fijando en la cara del personal. Como no me guste (y no me refiero a un asunto de belleza o fealdad, sino de lo que transmite), lo que ofrece tiene que ser muy bueno para que me interese esa persona o me la tome en serio (con la seriedad que pretenden). La jeta me predispone, me pone en un modo u otro. Dirán que soy exagerado, o demasiado radical, o lo que quieran, pero prueben ustedes a ver un telediario fijándose en los caretos de los personajes que salen y ya verán.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Nick Cave and the bad seeds, live from KCRw. Higss boson blues

Prosigamos con Nick Cave. Dos discos nos ha regalado este año. El primero fue en febrero y ya puse algunas cosas suyas. Ahora toca el segundo, un directo grabado para la radio, live from the KCRW. Muy acústico y con sencillos arreglos, trae versiones de temas antiguos y también de su último trabajo, que toman un nuevo color. Otra grata sorpresa de Cave. 


viernes, 20 de diciembre de 2013

Calambrazos

Se produce ayer una subasta eléctrica cuyo resultado redunda en un tarifazo que vamos a tener que pagar los de siempre. Y tan sólo una hora después, me llega al mail una felicitación navideña de mi compañía eléctrica. Me desean prosperidad. ¿Están de guasa? Yo les deseo dolor y sufrimiento, y descargas eléctricas en sus partes.

No creo en este caso que tenga relación una cosa con la otra, quiero pensar que fue una casualidad pero en las actuaciones del personal dirigente (político, empresarial, o de donde sea) a veces parece que se cachondean de las víctimas de sus decisiones. Que se nos mean encima y nos dicen que llueve haciéndonos sentir tontos (y criminales) por dudar de que llueva.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Conspiranoia que tranquiliza

Nos atrae la conspiranoia porque resulta tranquilizadora. Porque es mejor creer que alguien lo tiene todo controlado y maneja la realidad a voluntad (en el fondo, es lo que todos querríamos) que aceptar que al mundo es peligroso y un tarado puede un buen día matar a un presidente y desestabilizar el mundo, o que la crisis es puro azar. Mucho mejor que todo esté "atado y bien atado" a que haya incertidumbre y la sorpresa (desagradable) esté en cualquier parte.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Demodé

siempre llego tarde a las modas (a las modas a las que llego, se entiende, porque hay modas que me quedan muy lejos). En el instante ese en que la gente empieza a despreciar lo que antes apreció, ahí me engancho. Sin duda, es cosa de mis ritmos interiores, que son lentos y les cuesta hacerse a las cosas. Por un lado, me genera cierta desazón, ya que lo que me va gustando es medio mal visto ya por los demás, e ir a la contra se hace duro. Pero por el otro, esta sensación le hace a uno sentirse con cierta libertad y dueño de sus gustos, lo cual no está mal.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Nos tienen calados

Llevo tiempo sospechando que las protestas "tradicionales" (manifestaciones y demás) han perdido su poder. Décadas y décadas de protestas en todo el mundo han hecho inmunes a aquellos a quien van dirigidos. Al principio había un cierto factor sorpresa (no estaban acostumbrados a que la gente se les rebotara), pero ya es tan habitual, que o hacen oídos sordos, o aprovechan las protestas en su favor (es otra sospecha, que les hacemos el juego y que lo tienen todo calculado). Nos tienen calados. Y me temo que nosotros a ellos no, y que mientras no se recupere el factor sorpresa, el impacto y la capacidad de hacer tambalear, no hay nada que hacer. Ya no basta con la revolución. Habrá que ser más listos que ellos, pero también más malvados (aunque, sigo sospechando, en esto es difícil superarles).

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Necrofilia

Es llamativa la histeria colectiva que se apodera del personal cuando alguien más o menos importante muere. En una sociedad que da la espalda a la muerte, que la trivializa y la convierte en omnipresente y ausente al mismo tiempo (todos los días vemos morir a gente en películas, series y videojuegos, pero precisamente esta sobreabundancia se debe a que está totalmente desvalorizada, a que en el fondo no somos conscientes, o lo tenemos menos presente que otras épocas, de lo profundo del hecho morir), de repente alguien muere, y todo se convierte en glosas y recordatorios de la figura desaparecida. De forma compulsiva y desproporcionada. A veces incluso en contraste con el olvido al que habían sido sometidos en ocasiones. Todo como muy impostado, poco creíble e histriónico, como si ya no supiéramos como honrar a los muertos ni comportarnos ante el final de la vida. Porque en definitiva, ya ni con la  vida sabemos comportarnos.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Arcade Fire, Reflektor. Afterlife

Hace unas semanas salió lo último de Arcade Fire, uno de los grupos actuales que más me complacen. El adelanto que nos brindaron, titulado igual que el disco, Reflektor, tuvo un regusto agridulce: por un lado un tema largo y con la colaboración de David Bowie en algunos coros, que es algo que me encanta, pero demasiado "electrónico" (no es que no me guste lo electrónico, es que no me acababa de cuadrar en este macrogrupo canadiense). Cuando salió el disco entero, me acerqué a él con cierto temor, en vista del giro que parecía que emprendía el grupo. Pero los temores eran infundados, es un trabajo soberbio. Un pelín irregular, con algunos temas más flojos de los que podrían haber prescindido, pero con otros enormes que compensan con creces los momentos de bajón. Eso sí, no se trata de un disco fácil, hacen falta varias escuchas para poder ir apreciándolo, pero vale la pena.

De todos los buenos temas que trae, para mi gusto, además del que da título al disco, destacaría We exist, Normal person, Awful sound (Oh Eurydice) y el que ilustra la entrada, Afterlife, cuyo video grabado en directo en una entrega de premios tiene el aliciente de una coreografía que casi hace que salte y me ponga a bailar como su protagonista. Si lo disfrutan la mitad que yo, ya irá bien. 


sábado, 7 de diciembre de 2013

¡Viva la crisis!

El año pasado, como me retiraron la paga extra de diciembre (y otros disgustos monetarios particulares que no vienen al caso), decidí que no habría Navidad: ni regalos, ni cenas, ni nada distinto al resto de los meses. Me consta que muchos colegas del funcionariado también lo hicieron. Fue tan agradable, que he decidido prorrogar la medida sine die. Ocurre que al final uno le ha pillado el punto a la austeridad y a la crisis, y que si nos dicen que la crisis ha muerto, replicaré, como los monárquicos, "¡Viva la crisis!"

viernes, 6 de diciembre de 2013

Estado febril

Esa extraña luz que adoptan las cosas en los estados febriles. La clarividencia turbia con la que te enfrentas al mundo. A veces es hasta cómodo.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Libres

Siempre me han parecido sospechosos esos que dicen lo de que "no es lo mismo libertad que libertinaje", o que "la libertad de uno termina donde empieza la de los demás". No porque no puedan tener cierta razón, sino porque normalmente se pronuncian en un contexto en el que te azotan con la libertad de los demás para reprimir la tuya. Vamos, que se envuelven en los ropajes de la libertad (que son seguros, porque a ver quién se mete con ellos) ajena para coartar la tuya. 

La mejor forma de defender la libertad, creo, es siendo libres sin más.  

martes, 3 de diciembre de 2013

Atolondrado

Cómo será mi grado de atolondramiento, que me he dado cuenta de que han encendido las luces de Navidad cuatro días más tarde, y eso que paso todos los días por algunas calles iluminadas. Si un detalle que salta tanto a la vista me pasa desapercibido, qué no harán otros asuntos más sutiles y menos visibles. Es una faena, porque se cometen torpezas y se pierde uno muchas cosas. Pero al mismo tiempo otorga una cierta felicidad, al pasar de largo muchas cosas que tienen a otros enredados.

domingo, 1 de diciembre de 2013

El adiós de Antònia Font

Ha sido una triste sorpresa : Antònia Font se separan. Dejan, como los buenos grupos, la sensación de que aún no habían tocado techo, de que les quedaban grandes temas que regalarnos, y por eso ha sido un pequeño shock local. Pero al mismo tiempo, no los veremos decaer ni harán que nos avergoncemos de haberlos admirado en algún momento (esperemos que no se reúnan dentro de unos años en uno de esos retornos vergonzantes tan de moda en los últimos tiempos). Bien está lo que bien acaba.

Se hace difícil escoger un tema para ilustrar un adiós, y ya he puesto muchas canciones suyas a lo largo de los años que viene durando el blog.  Pero me decido por este Dins aquest iglú, de su primera época, más pop y menos experimental, con una igenuidad y un puntito de melancolia

sábado, 30 de noviembre de 2013

Por un psiquiatra en la tertulia

Ahora que se han puesto de moda las tertulias políticas (a todas horas nos dan la lata comentando lo que nuestras autoridades y gobiernos hacen), echo en falta entre las filas de los tertulianos, en su mayoría periodistas, a algún psiquiatra o psicólogo, que comente las actitudes de los poderosos desde el prisma médico, porque tengo una sensación (y un miedo) creciente de que estamos gobernados (y dirigidos, porque otra sensación que se va instalando poco a poco es que no solo los gobiernos gobiernan) por psicópatas que nos están conduciendo al desastre. Pienso que aportar esa perspectiva daría un resultado interesante.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Obras son amores

El movimiento se demuestra andando, y a veces sucede que el que hace aspavientos y llama la atención sobre su marcha, es que o no anda o lo hace mal. El caso de la democracia es paradigmático. Se es democrático siéndolo, no pregonándolo. Y se pregona mucho, demasiado. Tanto, que uno llega a pensar que de tanto estar en la boca de la gente (para arrojarla a los demás), ha desaparecido de los sitios en los que ha de estar. 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Manipulados





En los últimos días, a nivel público y privado, en asuntos distintos, he oído en varias ocasiones el argumento del "estás manipulado", como una forma de descalificar actitudes u opiniones que no gustan o que no son las esperadas. Ciertamente, la influencia de los demás y su capacidad para administrar la información, así como sus dotes persuasivas, son una posibilidad a tener en cuenta, pero no es algo tan simple como quieren creer. Entre otras cosas porque, a no ser que haya un empleo de la fuerza y la amenaza, el que es manipulado lo es porque se deja manipular, lo cual implica una cierta coincidencia a priori con el manipulador y sus posiciones. No es que seamos puras marionetas con la mente en blanco que terceras personas se encargan de manejar. Y en definitiva, en el caso de las opiniones, eso no las invalida (pueden estar bien argumentadas y ser congruentes y adecuadas, el cómo no anula el qué, aunque dicho cómo pueda ser reprobable), y más bien es un síntoma por parte del acusador, que muestra así la frustración de no haber conseguido él manipular en su favor. O de ser incapaz de contraargumentar. Se cree estar descalificando al otro, pero como toda descalificación que pretende anular en bloque, mina la propia posición cuando la cree reforzar. 

martes, 26 de noviembre de 2013

Incomodidad

Saber que algo contigo no va bien, pero no conocer exactamente qué es lo que no funciona. ¿Qué hacer entonces? ¿Escrutarte buscando la anomalía?¿O esperar a que se evidencie por sí misma de forma más o menos espontánea? Todo es peligroso.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Traspasando límites

La idea de límite incluye en cierto modo la de un más allá (de dicho límite). Siempre parece posible pensar en un rebasamiento, en un dejar atrás. Pero también está la idea de no traspasabilidad, de un límite absoluto que no esconde nada, el cual sólo cabe transitar y, eventualmente, nos rebota. Mas, una vez tocado el non plus ultra, ¿es todo igual que antes?¿No ha cambiado nada (todo) en el ínterin? Entonces, no hay un más allá, pero sí hay un después, lo cual nos pone ante la pista de que se sigue en lo mismo, pero ya no es igual.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Recordando a Freddie Mercury: The Prophet's song

Se conmemoran estos días muchos aniversarios de muerte. En realidad, todos los días encontraríamos alguien más o menos importante a quien recordar, pero los de estos días son de esos que marcan, de lo que todos se acuerdan: Franco y Kennedy, principalmente. Y hoy, Freddie Mercury. Una bestia escénica con un carisma (y una voz) arrollador, y que, para servidor, supone el primer personaje popular cuya muerte sentí cercana. 

Para recordarlo, una pieza de las no demasiado populares de Queen, pero que me parece (no soy el único que lo piensa) una de sus mejores canciones, que forma parte del inmenso A night at the Opera. Se trata de la canción del profeta:


viernes, 22 de noviembre de 2013

El día mundial de la Filosofía

Ayer fue el día mundial de la Filosofía. Sí, hasta la filosofía tiene su día mundial, para que vean cómo está el patio. Resulta que la UNESCO lo celebra desde el 2005, para destacar que «la filosofía es una disciplina que estimula el pensamiento crítico e independiente y es capaz de trabajar en aras de un mejor entendimiento del mundo, promoviendo la paz y la tolerancia». Pensamiento crítico, dicen, para al final, expandir lo políticamente correcto de la paz y la tolerancia. Sí señor. 

La filosofía, como decía Nietzsche, es una amenaza para la sociedad, y los filósofos, unos extraños outsiders que deberían poner en solfa los fundamentos de la cultura, poniéndolos a prueba y amentar así su fortaleza o desenmascarar su debilidad. Como licenciado en filosofía (me gustaría que eso me convirtiera en filósofo, pero no lo tengo demasiado claro), no quiero ser acogido ni apoyado. Es más, aunque resulte contradictorio, a veces pienso que lo mejor que le puede pasar a la disciplina es que sea retirada de los planes educativos y de la universidad, visto el panorama que en ellos campa. Sólo afuera puede haber algún viso de salvación.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Recuperando pulso

Después de una temporada fuera de juego (por varios motivos, pero también por pereza), vamos a intentar recuperar el pulso de esto, y hacerlo de forma duradera, que ya está bien de lamentos y de autolimitaciones absurdas. A ver qué sale de esta nueva etapa (querría decir que no prometo nada, pero al mismo tiempo no quiero que sea así). Veremos. 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Exacerbado criticismo

Está bien ser crítico: ver lo desagradable, intentar tener en cuenta el lado menos simpático de las cosas. No conviene caer en demasiadas complacencias (y autocomplacencias), hay que estar alerta. Pero a veces uno se siente abrumado y aplastado por esa negatividad, y querría tener una mayor capacidad para reconocer lo bello y agradable,  más sensibilidad para ello. no es incompatible una cosa con la otra, y el ideal sería poder ver lo bueno y lo malo que hay en todo, tenerlo presente y no dejar que lo uno anule a lo otro. Sólo así podría evitar que lo negativo en mí anule a lo positivo que yo pueda albergar.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Agotamiento

Tiene uno la sensación, que con todo lo ya compuesto y escrito, nada de lo que podamos hacer nosotros los de ahora (y los que han de venir durante una buena temporada) va a aportar nada nuevo. El cénit humano nos queda atrás, las cumbres se ven lejanas (y por tanto pequeñas) en esta inmensidad plana y desértica. Nuestras elevaciones, que las hay (siempre las hay, es la esperanza que nos queda), son sólo dunas.

lunes, 12 de agosto de 2013

Sobre los hombros

No podemos cargar con todo el mundo sobre los hombros. Por más que queramos, es una tarea inútil y autodestructiva. Ni siquiera centrándonos en algún aspecto más o menos concreto, somos capaces de soportar el peso de todo lo que puede llegar a implicar. Saberlo no tiene que llevarnos a la inacción (lo cual no es sino una derivación del querer cargar con todo, y ya que no puedo, pues no lo hago, como si no se pudiera hacer nada más: o todo o nada), únicamente al autoexamen con tal de conocer nuestros límites y el grano de arena que podemos aportar. Volvemos al viejo "conócete a ti mismo".

miércoles, 7 de agosto de 2013

Héroes y villanos

¿cuántos de nosotros, en estos tiempos anodinos, llegado el momento, seríamos unos miserables mezquinos? ¿Cuántos unos héroes? ¿O será que los tiempos son grises y átonos, porque casi no hay héroes ni villanos, ni siquiera en potencia?

martes, 6 de agosto de 2013

Muerto el perro...

Hace unos años, cuando hubo unos devastadores incendios forestales en California, el entonces presidente norteamericano Bush, declaró que la forma de evitar que los bosques se quemaran, era talarlos (vale, no al completo, pero reducir los árboles). Muerto el perro, se acabó la rabia. Esta forma de actuar está demasiado extendida, es casi la más habitual. Que aumentan los parados, cambiamos las condiciones para considerar a alguien como tal y las estadísticas. Que los turistas vándalos abarrotan una calle e impiden el paso de vehículos, prohibimos la circulación. Que los fieles de una mezquita se meten con las agentes de la ORA por ser mujeres y no considerarlas autoridad, pues ponemos solo hombres. No pasa nada. Sólo que no se atajan los problemas (aunque en realidad se intuye que lo que pasa es que alguien sale beneficiado de estas decisiones, que lo importante es contentar a ese alguien, sin importar las consecuencias), y que no se lucha contra la rabia. Al final, puede que cuando hayan matado todos los perros ya no quede rabia, pero yo no estaría tan seguro. Mejor sería investigar una vacuna, pero es más complejo (y caro), y los investigadores son más escasos que los que matan moscas a cañonazos.

viernes, 2 de agosto de 2013

El despiste y la desgracia

En unos pocos días, dos despistes (o con más precisión, dos hechos tontos, dos menudencias hechas sin conciencia, imprudencias, estupideces) han provocado dos desgracias que nos han tenido en vilo. Aunque se pueda sospechar de ello (del hecho y la necesidad de señalar un culpable claro e indubitable, para evitar que se pueda colar algún debate sobre recortes que pudiera perjudicar a los gestores), podemos hacer la reflexión de que el infortunio está ahí siempre acechando, y que aprovecha cualquier mínima bajada de guardia para acontecer. Por muchos medios de seguridad que pongamos, siempre hay un resquicio para lo trágico, que se colara por cualquier tontería. Por otro lado, y muy relacionado con ello, está el hecho de que todos tenemos despistes, y que muchos de ellos pueden acabar mal, pero el mismo azar que trae desgracias, las evita. Claro está que hay situaciones en las que hay que bajar menos la guardia, que exigen una mayor vigilancia ya que las consecuencias de un despiste pueden ser más graves. Pero acabará ocurriendo, con menos frecuencia, pero lo hará, lo cual lo convertirá, por inhabitual y esporádico, en menos comprensible y más sorprendente. Menos perdonable.

domingo, 28 de julio de 2013

martes, 23 de julio de 2013

El progreso antiparalelo

Junto al progreso científico y tecnológico, corre en paralelo (o mejor, en antiparalelo), un progreso en la estulticia, según el cual se alcanzan cada vez cotas más altas de estupidez. Más bruto, más ganso, más basto. O menos refinado, menos prudente, menos temperado. Más impulso y menos reflexión. La cuestión estriba en que este segundo progreso puede llegar a lastrar el primero y dar al traste con él. 

martes, 9 de julio de 2013

Grieta

Una cicatriz es la imagen gráfica de una superación. Pero al mismo tiempo hace explícito un punto débil. La grieta reconstituida por la que amenaza derramarse lo que intentamos y debemos contener para perseverar. Vía de salida, pero también de entrada. Puerta, ventana, atajo.

domingo, 30 de junio de 2013

Sigur ros. Brennistein

Nuevo disco de Sigur Ros. Y además un disco decente (andaban un poco dispersos), lo cual se agradece.

sábado, 29 de junio de 2013

El Tour!!

Maurice Garin, primer ganador del Tour
Hoy empieza el Tour de Francia, uno de los pocos acontecimiento deportivos que consiguen captar mi atención. Es la edición número 100 (aunque no es el centenario, ya que hubo parones en las guerras mundiales), esos números redondos que tanto nos gustan para hacer conmemoraciones. Me pica la curiosidad la etapa final nocturna, será algo diferente a lo habitual (ese circuito urbano por los Campos Elíseos-Plaza de la Concordia-Tullerías-Louvre-Calle Rivoli-Concordia-Campos Elíseos, que me sé de memoria y hasta he pateado con un placer indescriptible). El recorrido no está mal, ahora hace falta que los corredores hagan una carrera digna de la efeméride.

A pesar de todo, uno echa de menos (aunque no lo ha vivido) aquella informalidad y jovialidad de antaño, del Tour amateur. Esas etapas en las que cada uno iba a su ritmo, se paraban a comer o a darse un baño en calas pintorescas. Cuando no iba el mecánico tras de ti y tenías tú mismo que arreglarte los pinchazos. Cuando los últimos llegaban de noche y las carreteras de montaña no estaban asfaltadas, y el ganador se hacía la foto de la victoria funmándose un piti. Ahí sí que había épica. Estaría bien un Tour así, pero televisado, convertido en una especie de Gran Hermano a pedales. Con Perico haciendo de Milá.

viernes, 28 de junio de 2013

Quietud vs excitación

La modernidad vive instalada en el desequilibrio. Se busca la novedad, la aventura, lo que desborde. En muchos casos se ha convertido en una compulsión. Es imposible estar cómodo, porque es visto como un estado de quietud y aburrimiento. Y el aburrimiento es el gran demonio. Todo ha de ser excitante y divertido. 

Hay algo patológico en ello. Sin embargo, la posición contraria, la de los que buscamos la tranquilidad, que nos aferramos a una rutina y nos trastornamos por cualquier cosa que la amenace, no lo es menos. 

Al final, el equilibrio sólo se puede lograr transitando de un lado a otro, yendo y viniendo.

domingo, 23 de junio de 2013

jueves, 20 de junio de 2013

La miseria del antifranquismo

Hay muchos que se autoengrandecen calificándose de antifranquistas. Le dan así un cierto barniz de épica a sus miserables opciones. Ser antifranquista cuarenta años después de Franco es muy fácil (igual que esos héroes antiterroristas que han ido apareciendo justo cuando nuestro terrorismo ha empezado a flaquear). Por supuesto que quedan residuos y actitudes propias de la dictadura, incluso en el poder. Pero centrarse en la figura de Franco y su movimiento es en mi opinión desviar la atención de lo realmente importante. Es, parafraseando el refrán, que Franco no te deje ver el bosque. 

Franco sólo fue una coartada, una máscara de conveniencia que adoptaron algunas actitudes y tendencias transversales (no es algo de una clase) de las gentes del país. Si se quiere, fue una cristalización, un aglutinante. Pero todo eso, "el franquismo", existía antes de Franco. Y por supuesto, sigue y seguirá existiendo después. Sobre todo mientras se siga atizando golpes a un hombre de paja que no es más que una encarnación pasada de algo que sigue ahí pero ya bajo otras formas, metamorfoseado con Zeitgeist. Incluso se ven tics franquistas en el antifranquismo, lo cual es muy sintomático de sus miserias y de que el manantial no está seco y de que se intenta poner diques de contención donde más fácil es, obviando los lugares en los que de verdad hay peligro de desbordamiento.

lunes, 17 de junio de 2013

Regreso a las cosas

Cada vez más lo leemos todo en función de otro. Se hará necesario tomar las cosas como vienen en ellas mismas, sean lo que sean. Pero, ¿no hemos perdido, acaso, el oído para escuchar sus sonidos? ¿Cómo enfrentar la "realidad" cuando hace tanto ya que la hemos olvidado?

Filosofía e infelicidad

La filosofía quería vencer la infelicidad trágica, superarla en la verdad del ser. Pero el resultado fue exactamente el contrario del esperado. Para vencer la infelicidad, la filosofía ha tenido que buscarla por cualquier sitio donde se pudiera encontrar, y así, en contra de sus intenciones, la ha hundido y extendido. No hay ningún lugar en el mundo libre de "enigma y sufrimiento".   
Vincenzo Vitiello
Nietzsche: la muerte de dios y el re-descubrimiento de lo sagrado
En Nietzsche y lo trágico

sábado, 15 de junio de 2013

Sexo sobrevalorado

Por la vía de la represión, o por la de la expresión patológica, tengo la sensación de que el sexo está sobrevalorado. Parece que hay algo que no acaba de cuadrarnos con él, e intentamos bien reducirlo al mínimo, o bien, como efecto rebote, está por todas partes y si no participas de ese paroxismo eres un reprimido (en una suerte de represión inversa que te obliga a no frenarlo). Supongo que hay un término medio, pero es difícil encontrar el equilibrio cuando se trata de fuerzas irracionales por naturaleza desequilibrantes.

viernes, 14 de junio de 2013

Asclepeion

En la antigua Grecia existían unos templos a los que la gente iba a curarse. Se conocían como Asclepeion, debido a que estaban consagrados a Asclepio, dios de la medicina y la curación. La cosa no ha de llamarnos la atención, ya que todos somos capaces de nombrar varios santuarios religiosos especialmente dedicados a las cuestiones de salud. Lo llamativo es el método que se utilizaba: la gente iba y dormía toda la noche en salas comunes, rodeados de serpientes (el animal vinculado a Asclepio, que todavía hoy vemos representado en muchas farmacias y sigue siendo un símbolo en el mundo médico). Al día siguiente, se le relataban los sueños que se habían tenido al sacerdote, quien recomendaba distintas actuaciones según su interpretación (acudir a un balneario, tomar alguna medicina...). 

Se trataba de una especie de cura por el sueño, de ejercicio introspectivo que parecería ligado a una etapa primitiva del desarrollo histórico, vinculado a una religiosidad que se nos antoja remota y atrasada. Pero resulta que nos pasamos un tercio de la vida durmiendo, y se tiende a despreciar lo que en todo ese tiempo ocurre, como si no fuera con nosotros. Tal vez no para asuntos de decidir un remedio u otro, ni de manera supersticiosa, ni mucho menos tomarlo como un rector de nuestras vidas, pero sí que deberíamos prestarle más atención al sueño y a los sueños, mucha más de la que le prestamos. 

lunes, 10 de junio de 2013

Ofensas

No entiendo las excesiva consideración que se tiene con algunos temas. Se teme demasiado la airada reacción de los "ofendidos", que con sus ofensas (que en el fondo son suyas, ya que son ellos los que se ofenden y tal vez deberían controlar mejor sus susceptibilidades) pretenden regular lo que podemos o no podemos decir o hacer. Porque, no nos engañemos, en cuanto cedemos a ellos estamos dándoles cancha y posibilitando la tiranía de alguien, que hoy se ofende por un chiste sobre un dios, y mañana se ofenderá por un peinado o una forma de vestir.

Sinceramente, si la libertad ha de ejercerse en un ámbito cortés, como un mero espacio de juego acotado desde fuera, no vale demasiado. Si algún valor tiene, es que viene desde dentro (al igual que muchos de sus límites), y que si uno evita la ofensa, lo haga porque así lo quiere, no por temor a la reacción del ofendido. Quien, por otra parte, tendría que hacer el ejercicio de adaptarse a dicha libertad y aguantarse un poco sus iras, ya que en el mismo ejercicio de la libertad está el que haya cosas de los demás que puedan no gustarte. 

Como suele decirse para menospreciar a alguien que quiere molestarnos, no ofende quien quiere, sino quien puede. Pues ese pensamiento tendrían que hacer muchos.

domingo, 9 de junio de 2013

Filosofía oriental

Un debate que a veces he tenido con compañeros de la filosofía es en torno a la mal llamada filosofía oriental. Y es que creo que en oriente no se ha hecho filosofía, entendida esta como un modo de pensar, un conjunto de temas y una manera de problematizar concreta. En seguida, recurso fácil, se me acusa de etnocentrismo (acusación que casi siempre se arroja a europeos, pero poco a otros grupos que pueden ser tan etnocéntricos como el que más), como si lo que yo digo es hacerles un feo y colocarlos por debajo. Como si mi intención fuera pretender que la filosofía es lo más excelso que ha hecho el ser humano (cosa que parecen creer ellos y no yo, en vista de su reacción) y que sólo nosotros, los europeos hemos llegado a esa grandeza. Pues no. No digo que en oriente no haya pensamiento, ni que tenga profundidad (es más, puede que "ambos" campos broten de los mismos impulsos, actualizados por distintas vías), ni nada de eso, sólo que filosofía es un tipo concreto de pensar, y que eso se empezó a hacer en la antigua Grecia. Nada más.

Del mismo modo que no hay yoga occidental (sino occidentales que hacen yoga, que es oriental), tampoco hay filosofía oriental.

sábado, 8 de junio de 2013

Sabios y expertos

Ahora se habla mucho de expertos. Pero, ¿en qué consiste el ser experto? En tener experiencia, dirán muchos. Sí, ya, ¿pero basta con eso?. ¿En qué radica esa experiencia?, ¿en títulos académicos?, ¿en tiempo trabajado?. Seamos sinceros, todos conocemos a gente que de forma compulsiva se han sacado títulos, pero a las que consideraríamos auténticos inútiles. ¿Currículum (esa especie de combinación de estudios y trabajo)? Ya deberíamos saber que no son muy fiables, que a cualquiera le dan un diploma por casi nada. ¿Méritos? Otra palabra muy bonita pero que no hoy en día es más que sospechosa (no porque haya quien los tenga de verdad, sino porque habría que estudiar a fondo los méritos de muchos). 

Preferiría los sabios a los expertos, aunque se tienda a entenderlos como lo mismo (así, se habla en los medios de "comité de sabios" y comité de expertos" indistintamente). Pero un sabio tiene un aura diferente, menos "formal" que el experto. Digamos que el ser sabio tiene un matiz más "inmaterial", menos objetivo que el experto. Pero claro, capados como estamos para todo lo no material y no objetivable, no sabemos detectar a los sabios. A lo mejor porque tampoco es que andemos sobrados de ellos. 

viernes, 7 de junio de 2013

Pasajes de Palma

Hay en Palma unas cuantas galerías: pasajes comerciales que atraviesan manzanas. Pero todas, desde hace años, están en un estado de decadencia absoluto. Sus locales comerciales están cerrados, los escaparates acumulan polvo y carteles, y nadie se mueve en ellos. aunque vienen bien para acortar el camino, nunca hay nadie. Se ven tristes y sus luces fluorescentes les otorgan una luz enfermiza que disuade a la gente de entrar. Dan hasta miedo.

Los pasajes, que en París lucen tanto (hasta algún título han inspirado), en Palma son un fracaso. Tal vez porque en París les viene muy bien poder pasear e ir de compras resguardados del frío y de la lluvia. Pero en una ciudad mediterránea, en la que el sol luce casi siempre, es un contrasentido y casi un crimen ponerle techo a un paseo, entre otras cosas, porque la gente está más acostumbrada a estar al aire libre que a resguardo de los meteoros. Y también, porque no son tan bonitos como los parisinos. 

lunes, 3 de junio de 2013

Regateando

Escena de sábado noche en un restaurante muy cerca de la zona de marcha de Palma. Por allí pasaban numerosos vendedores ambulantes, de esos que se patean la calle cargados con sus gafas de sol, relojes, flores y demás abalorios con la intención de sacarse algún dinero. Se acercaban a las mesas ofreciendo sus objetos, unos con más insistencia y otros con más discreción. En la mesa de al lado, dos parejas con una niña. A cada vendedor que se les acercaba, aquello se convertía en un espectáculo vergonzoso: aprovechando la disposición de aquellas gentes al regateo y las barreras idiomáticas (ya que todos eran subsaharianos o asiáticos), les daban conversación e intentaban sacarles un precio ridículo e insultante, para al final no comprarle nada. Sólo se trataba de echarse unas risas a costa de la debilidad de los demás. Y vaya si se las echaban. Se les veía ufanos, creyéndose superiores y humillando a aquellas pobres gentes que aguantaban lo más estoicamente que podían sus chanzas y sus risotadas. 

Y es que, acostumbrados a pagar el precio que nos ponen sin discutir no nos damos cuenta de que el regateo es una ceremonia social, una negociación en la que al final las dos partes intentan llegar a un acuerdo y sellar un pacto. Es un trato personalizado entre el vendedor y el comprador, que quién sabe si será la semilla para futuras transacciones. Así lo entienden en muchos lugares, y es casi una ofensa no intentar regatear. En cambio, aquí, dado que los que se prestan al regateo son inmigrantes y se les ve como más necesitados, mucha gente ve el querer regatear como desesperación por parte del vendedor por vender y ganar algo, aunque sea una miseria. Y claro, ahí viene la actitud burlona del que se ve por encima e intenta aprovecharse, aunque no sea más que otro pobre desgraciado que obtiene así un pequeño bálsamo a su inferioridad. 

Al final, lo que nos va es sentirnos superiores. Pero hay superioridades que nos envilecen y nos arrastran. 

sábado, 1 de junio de 2013

De vacaciones

Los psicólogos, grandes creadores, nos abruman cada x tiempo con nuevas categorías en las que podernos encajar a unos y a otros. De unos años acá se ha venido hablando de la depresión postvacacional. Pero, ¿cuándo hablarán de la depresión vacacional propiamente dicha? Porque conozco varios casos de gente que al irse de vacaciones se viene abajo. Una compañera una vez hasta se me puso a llorar desconsolada ante la perspectiva de abandonar toda la rutina que la colapsaba y quedarse sin tener nada que hacer. Por eso parece que hay que estar hiperactivos (viajes, amigos...) en vacaciones. Soy más bien partidario de trasladar el espíritu vacacional al resto del año (hacer las cosas como cuando se está de vacaciones, convertir las "obligaciones" en hobby) que al revés, llevar la disciplina a las vacaciones. 

viernes, 31 de mayo de 2013

Jirafas en Eurodisney

Otra forma de medir la catadura de nuestros políticos, además de sus discursos, sus respuestas, o sus comportamientos en el poder, consistiría en ver lo que hacen con el dinero que acumulan por la "vía informal" de financiación. Si todo lo, digamos, formal, ya les deja muy en evidencia, cuando se entera uno de lo que hacen con lo presuntamente robado, el panorama es desolador. ¿Para qué quieres acumular millones si luego los gastas en jirafas disecadas, en poner un cuadro en la bañera, ir a un puticlub en Rusia, o irte a Eurodisney? Un poco de clase, señores.

jueves, 30 de mayo de 2013

Poniendo trabas

El hospital donde trabajo tiene un aparcamiento de pago. En su día hubo movilizaciones y se protestó bastante por el asunto, ya que su ubicación hace que no haya prácticamente otro lugar donde aparcar. Para "acallar" al personal, que fue quien con más ruido se movilizó, se dividió la zona de aparcamiento en una zona de trabajadores (pero no todos, porque los que trabajan servicios externalizados no cuentan como trabajadores del hospital) gratuita, y una zona no gratuita. La zona gratuita es insuficiente y por las mañanas (que es cuando más gente hay trabajando) no cabemos todos, creando la injusta situación de que hay trabajadores que tiene que pagar y otros no.

A la gente no le da la gana tener que pagar por ir a urgencias (se han dado casos de madres que se han de ir con sus niños antes de tener resultados de analíticas por no poder esperar y tener que pagar más), y se han buscado la forma de aparcar sin pagar, dejando sus coches donde buenamente pueden en las cercanías del hospital, dejándolos en cunetas y arcenes de carreteras, derribando vallas en la parte trasera del recinto (para poder acceder desde unas calles que hay detrás). Ello, sumado a la patética solución de la concesionaria del párking para evitar los atascos en el acceso al hospital (con lo que ello conlleva de tener los dos -sí, sólo han hecho dos para un hospital de referencia para toda una comunidad autónoma- accesos bloqueados para las ambulancias), que consiste en dejar las barreras abiertas a las horas de afluencia del personal, con un guarda que controla -supuestamente- quien es trabajador de allí y quien no, lo cual provoca que entren en la zona gratuita más coches de los que caben (y por tanto se aparcan donde buenamente pueden), ha dado como resultado que la zona gratuita esté atestada de coches de forma peligrosa, mientras que la zona de pago esté semivacía. Debo confesar que esta combinación de picaresca y de justicia poética me gustó, hasta que han empezado a impedir que se aparque en los sitios que la gente había ido descubriendo. Primero poniendo multas (fácilmente recurribles, ya que en sentido estricto no se violaba ninguna ordenanza), luego colocando pivotes o dando usos inverosímiles a esos sitios. La última ha sido cavar una zanja en la parte trasera, para evitar que se acceda por allí para acortar un camino de más de un cuarto de hora si no fuera por el atajo. Huelga decir que los indignados chascarrillos sobre señores feudales, cocodrilos y hasta dragones han sido la tónica.

En resumidas cuentas, que se encargan de poner trabas para que al final hagamos "lo que hay que hacer" (una expresión muy cara a los que nos gobiernan), que no es otra cosa, cómo no, que pasar por caja. Y si al menos la caja fuera la maltrecha caja común, todavía tendría un cierto pase. Pero no, es la caja de terceros, que viendo el celo que ponen en asegurar, nos obliga a pensar muy mal. 

Al final, ocurre algo que sospecho que está muy de moda en los últimos tiempos, que se ponen obstáculos en según que direcciones, para que el personal, en una gran mayoría, acabe siguiendo los pasos que a alguien le interesa. Y eso tiene que ver con el pastoreo más que con la promoción de la libertad y del uso de la ciudadanía. La ironía es que quienes a ello se dedican, muchas veces se tiene a sí mismo por unos auténticos campeones de la libertad. 

martes, 28 de mayo de 2013

El espacio vital de la desazón

Por mucho que nos empeñemos en atraparlo, lo desconocido sigue ahí. No hay forma de eludirlo, porque al asegurar una parcela, se nos abre otra a la incertidumbre. Lo echamos por la puerta, pero vuelve por la ventana. Está bien explicar las cosas, resolver problemas, pero no como medio de salir del desasosiego, sino como forma de desplazarlo, de jugar con él, de abrir nuevas regiones para la desazón, como un necesario espacio vital sobre el que expandirse.

lunes, 27 de mayo de 2013

Depresión

Lo percibí con toda claridad el otro día en un bar, durante una actuación, a modo de confirmación de algo que vengo intuyendo desde hace algún tiempo: la gente estaba como apagada, hasta los músicos tocaban sin el entusiasmo y la energía de otras veces. Aunque lo inmediato sería decir que tiene que ver con la situación económica, uno tiende a pensar que es al revés, que primero, de algún modo, hay alguna clase de agotamiento en el ambiente que acaba trasladándose a lo económico, que a su vez retroalimenta la situación. 

Las burbujas no sólo son materiales, y puede que sean una reacción a situaciones que se desbordan del todo al explotar.

sábado, 25 de mayo de 2013

La ubicuidad del poderoso maestro liendre

Algo que me llama la atención de nuestros gobernantes es la ubicuidad. Tan pronto son ministros de sanidad como miembros del consejo director de una empresa eléctrica o gobernadores civiles. Ante ello, no puedo evitar pensar que, o bien son una eminencias (algo que ellos mismos desmienten con casi todas sus declaraciones), o bien su labor no es tan importante como queremos creer. Al fin y al cabo, sus instituciones las sostienen los curritos de a pie, el mecanismo más o menos bien engrasado de que constan, y que sospecho que podría prescindir de muchos de sus dirigentes sin que se alterara su funcionamiento. Es más, por experiencia propia, me atrevería a decir que muchas veces entorpecen más que ayudan. Supongo que hay en ello una parte de oportunismo, de perpetuarse en la poltrona (aunque sea en varias porltronas), o la de complacer de forma lameculista a los superiores, en cualquier caso, me parece indigno.

Lo suyo sería poner a alguien del gremio en el que se pretenda tener una influencia o poder. O a lo sumo, alguien interesado o especializado en el tema (es decir, con vocación). Sería una forma de ejercer la profesión. Porque, qué quieren que les diga, eso de hacer hoy de una cosa y mañana de otra, me suena a incapacidad o imposibilidad (a veces las circunstancias te obligan a coger lo que se presenta, pienso en dificultades económicas, tan habituales hoy en día) de hacer nada. Volver a aquello de la techné, a ser expertos en algo, a vivir de ello. Pero parece que más bien lo que proliferan son los maestros liendres, que de todo saben, pero de nada entienden. Y hay cosas que es mejor entender.

viernes, 24 de mayo de 2013

Obligarme

Querría obligarme a escribir algo todos los días, volver al estajanovismo bloguero de otros tiempo. Sé que los blogs están un pelín pasados de moda, que van quedando menos y los que quedan se van deshilachando, como lo ocurre a este. Pero en realidad no es que me importe mucho seguir o no las corrientes del momento. Se trata de crearme una obligación, de hacerme una rutina en torno a escribir algo. A nadie le importa, en realidad, que diga tal o cual cosa. Pero a mí sí me importa. Porque siento que si alguna vez di algo de mí, fue en el pasado, y siento que algunas fuentes se han secado o están en serio peligro de secarse (hay dinámicas de la vida moderna que no son nada buenas para la constancia, y tengo miedo de que haya fuerzas que estén venciendo algunas disposiciones mías). 
Escribir, reflexionar sobre lo que ocurre o lo que me rodea. Cualquier cosa, con tal de escribir algo, y sentir que aún hay algo en mi cabeza. No mucho, pero algo.

jueves, 23 de mayo de 2013

Coraza

Te pones una coraza para que no te hagan daño, para sobrevivir a la intemperie. Y a veces esa coraza es tan dura que no te deja mover y te provoca llagas. Pero, ¿acaso sería mejor endurecer el interior? La cuestión, como en casi todo, es encontrar un equilibrio entre dureza externa e interna, y saber que ambas implican riesgos que hay que asumir.

domingo, 12 de mayo de 2013

Antònia Font. Per a jo i tots els ciclistes

El año pasado Antònia Font se descolgaron con un extraño trabajo, Vostè és aquí, integrado por cuarenta temas muy cortos (la mayoría duran en torno a minuto y medio). A modo de esbozos, muchos dejan ganas de más, generando una extraña sensación de incompletitud y de vértigo (apenas entras en una canción, ya te has pasado a la siguiente). Tras ello está la extraña e inquieta mente de Joan Miquel Oliver, uno de los personajes creativos más peculiares que pululan por Mallorca. Lo próximo, ya lo ha insinuado alguna vez, es un disco con un par de canciones muy largas (que no bajen de quince minutos). Espero que así sea. De momento, ahí va una pildorita para subrayar que ya viene el tiempo de sacar la bicicleta y sentir lo que dice la canción al principio, que soy yo con la bicicleta que hago rodar el planeta.



sábado, 11 de mayo de 2013

Aquel niño

Aquel niño huraño, agresivo, rarito, conflictivo, del que todos huíamos. Aquel que intentó acuchillar a un compañero en el comedor del colegio. El irascible. El que se leía los diccionarios desde la A hasta la Z. Despreciado, temido, a veces hasta admirado. Aquel niño hoy es un hombre, y viendo sus fotos y comparándolas con muchos de los que compartimos clase con él, casi se diría que es ahora el más normal de todos. Incluso el más feliz.

A veces parece que todos hemos de cumplir con ciertos cupos en nuestras vidas. Unos los tienen más o menos homogéneos a lo largo de la vida, y otros los acumulan en distintas fases.

lunes, 6 de mayo de 2013

Son Dureta: el Pripyat palmesano.

Los lugares abandonados tienen un aura especial. La soledad y el desuso tienen un efecto que acelera el desgaste, lo que provoca que en poco tiempo se vean decrépitos y desolados. Decadentes. Se hace difícil creer que estén vacíos, que no haya más vida que la de las plantas y pequeños animales que allí puedan haber, y nuestra imaginación los puebla de entidades que los habitan. Es, por decirlo de alguna manera, un vacío lleno. 

En Palma tenemos desde hace poco tiempo (dos años y medio) una instalación abandonada de enormes dimensiones. Me refiero al viejo hospital de referencia para las Islas Baleares, el emblemático Son Dureta. Ya he escribí sobre el traslado y sus avatares, pero hoy toca hablar del cadáver del hospital. Es difícil encontrar alguien en la isla que no lo conozca o que no lo haya pisado alguna vez. Y todo el mundo conviene en que es desagradable tener aquel complejo de varios edificios, vacío y oscuro, allí ubicado. Los que allí hemos trabajado le tenemos un cierto cariño (sos muchas horas y sucesos vividos allí dentro), pero estamos en general de acuerdo en que pasar junto a él da malas vibraciones. 

Son sólo dos años y medio, pero da pena ver el lugar. la vegetación empieza a adueñarse de la explanada de asfalto que otrora fue el aparcamiento, algunos muretes ya han caído (o han sido derribados), las persianas todas bajadas. Y la oscuridad. La falta de luz por las noches es lo más llamativo. Ni una ventana iluminada, ni una de las farolas que hay en el recinto en marcha. Es un enorme agujero negro en la ciudad, de una negrura casi física, espesa y viscosa, que de algún modo te atrapa y te contagia. Se te queda mal cuerpo cuando pasas junto a Son Dureta. Yo al principio, si con el coche pasaba cerca, daba un pequeño rodeo para verlo, por aquello de la nostalgia. Ahora ya no, intento evitarlo. No quiero pensar lo que ha de ser deambular por sus pasillos, por sus quirófanos y habitaciones en las que aún hay algunas camas, ahora que la actividad hace tiempo que ha cesado y el olor del abandono debe impregnarlo todo. No negaré que me gustaría hacer alguna visita (confieso que al poco de cerrarse, tan sólo un par de semanas después, estuve a punto de colarme, pero me eché atrás ante la visión de un pasillo de servicio repleto de bolsas y cajas sobre las que caía una catarata de agua que vertían unas tuberías ya rotas), pero iría muy acongojado.

Imaginar el complejo hospitalario de Son Dureta a día de hoy me ha traído a la cabeza las imágenes de Pripyat, la ciudad abandonada tras el accidente de la central nuclear de Chernobyl. No han pasado tantos años, ni ha sufrido el efecto de la radiación, pero uno no puede evitar pensar que Son Dureta es, a día de hoy, y por una temporada (hasta que se decidan las autoridades, que dicen tener planes), nuestro pequeño Pripyat particular.