jueves, 29 de marzo de 2012

Primero, castigar

¿Porqué no premiar a los que van a trabajar en lugar de (o además de) castigar a los que hacen huelga? El castigo por la vía del premio. Es sintomático que se esté dispuesto a castigar antes que a premiar. La cuestión es: ¿es eso algo humano, demasiado humano, y en cierto modo inevitable, o tiene que ver más bien con una configuración de época?

4 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

¿Usted interpreta que 'castigar' es que no cobre el que no va a trabajar? A mí me parece bastante lógico.

El Pez Martillo dijo...

Teniendo en cuenta que si en un día de huelga como hoy no voy a trabajar se me descuenta casi el doble más de lo que me pagan por un día (o sea, no hay proporcionalidad respecto al tiempo no trabajado), sí que es un castigo. O visto desde otro lado, por un día de huelga me descuentan lo mismo que casi tres días de baja (sigue sin haber proporcionalidad).
Y con la misma lógica, y para premiar a los que sí hayan ido a trabajar, se podría repartir lo no pagado a los huelguistas entre los que sí hayan ido a trabajar, potenciando el efecto

Es como cuando te penalizan (y lo he vivido de primera mano) el día que llegas media hora tarde, pero luego el día que te quedas media hora más ni te dan las gracias.

La cuestión es que tendemos a tener más en cuenta lo negativo, dejando de compensar lo positivo (que, claro está, al final es una cuestión de ángulos: lo positivo para unos es negativo para otros).

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

No sabía que descontaran más de lo equivalente a un día. En ese caso, tiene usted razón.

saludos

El Pez Martillo dijo...

Al menos en mi caso, es así. Y no creo que para los no funcionarios sea distinto.

Saludos.