jueves, 29 de marzo de 2012

Primero, castigar

¿Porqué no premiar a los que van a trabajar en lugar de (o además de) castigar a los que hacen huelga? El castigo por la vía del premio. Es sintomático que se esté dispuesto a castigar antes que a premiar. La cuestión es: ¿es eso algo humano, demasiado humano, y en cierto modo inevitable, o tiene que ver más bien con una configuración de época?

lunes, 26 de marzo de 2012

Enseñando a pensar

Desengañémonos, cuando se dice el tópico ese de que a la gente no se la enseña a pensar, no se está hablando de método de pensamiento, sino de contenidos. Porque quien bien discurre, ha de llegar a unas mismas conclusiones, como si esto fuera un 2+2. Y por supuesto, las conclusiones adecuadas son las propias, y todo lo que sea no pensar lo mismo que uno es una desviación del "buen pensar". Es puro resultadismo: si coincides conmigo, sabes pensar. Al final da lo mismo el cómo se halla llegado ahí.

lunes, 19 de marzo de 2012

Y viva la Pepa

En Mallorca, desconozco si en el resto del país también, lo de "viva la Pepa" es una especie de sinónimo del "viva la Virgen", una forma de reírse y despreocuparse del entorno, obcecándose en el efímero momento de gozo explosivo. Se dice como reproche a alguien que pasa de todo: "y tú viva la Pepa". 

Pues eso, que el edificio se cae y nosotros con el Viva la Pepa. Pues que viva la Pepa. Eso sí, lo que tendrían que recordarnos, por lo que pueda pasar, ya que nos dan tantas lecciones de historia, que después del "viva la Pepa" vino el "vivan las caenas".

lunes, 12 de marzo de 2012

Empoderando la neolengua

Tendrán mucha teoría detrás, serán muy precisas y todo lo que quieran, pero a mi los términos gobernanza y empoderamiento, tan en las bocas de determinados círculos últimamente, me suenan a neolengua más que a otra cosa. Porque, por lo que sé de ellas, no responden a ningún nuevo fenómeno al que haya que poner nombre, sino que son cosas tan viejas como el mundo, pero que algunos nos quieren vender como grandes novedades, a base de explotar matices que en buena medida responden a intereses que no nos cuentan del todo.

Lo dicho, que de un tiempo a esta parte se han colado estas palabras por todas partes, y a uno le hacen sospechar. No sé qué, pero algo no acaba de cuadrarme con ellas. Aunque bueno, también ocurre que es muy probable que conceptos y palabras que hoy tenemos por normales y totalmente asumidos, fueran en su día neolengua, en el sentido negativo del término (no simples palabras nuevas).

sábado, 10 de marzo de 2012

Safari artístico

Está muy bien ir de museos. Se tiene en un espacio limitado una buena recopilación de obras de arte, objetos interesantes e información sobre ellos. Así se puede ver el máximo en un tiempo razonable. Es como una especie de costumbre fetiche: si se va de viaje, hay que pasar por algún museo. Sin embargo, sobre todo en los museos de arte, ocurre que la grandísima mayoría de obras están hechas para estar en otros sitios, perdiendo puntos por ello, desvirtuadas, mutiladas (ellas y los sitios para los que estuvieron hechas). Por eso, es preferible, en la medida de lo posible, visitar el arte en su sitio original, en la constelación de la que forma parte (al igual que una visita al zoológico no es lo mismo que un safari).

viernes, 9 de marzo de 2012

Cultura de la honradez

Se habla mucho de la "cultura del esfuerzo", como algo a recuperar y que nos ayudaría a salir de la crisis. De lo que no se habla es de la honradez, más fundamental, y de la que en buena medida dependen el esfuerzo, la profesionalidad, el hacer bien las cosas, en definitiva.

Si sólo se trata de esforzarse, sin ese plus de honradez, me temo que dicho esfuerzo redundaría en lo que ya tenemos y de lo que vamos sobrados: picaresca, descaro, chulería, desfachatez, mediocridad...

jueves, 8 de marzo de 2012

Filosofía y élite

Que hay élites es un hecho innegable. Allí donde hay un grupo de personas, hay unas que son mejores y otras peores en general y en asuntos particulares. Siempre hay gente que destaca, lo cual no quita que en otros aspectos los sobresalientes sean mediocres. Por supuesto, tampoco esa élite ha de arrogarse privilegios que vayan más allá del ser superiores en aquello en lo que lo son (es decir, de ser excelentes arquitectos, con todo lo que ello conlleva de gloria, dinero, etc., no les tiene que llevar a solicitar el poder, o que se les reverencie más allá de su maestría como arquitectos, o, simplemente, a quedarse para sí sus conocimientos arquitectónicos como si fueran una especie de guardianes de oscuros arcanos), o de marcar el camino a los demás en lo respectivo a cómo llegar a su estatus. Nada de endiosamientos ni guruísmos. 

Viene esto a colación de una discusión con una amiga en torno a la filosofía y algunos de sus aspectos. A propósito de Heidegger, ella no le perdonaba que al parecer llegara a decir que escribía para una élite, en lugar de escribir para todo el mundo. Yo defendía que por necesidad, siempre se piensa para una élite (para un grupo de gente que sabrá captar mejor ese pensamiento, que por lo tanto se convierten en una élite respecto al mismo), y que pretender "aplanarlo", hacerlo "para todos", es una mutilación, hurtarle su quid. Obviamente, ello no quiere decir que la filosofía tenga que ser una doctrina secreta al alcance de unos muy pocos elegidos. Pero que esté al alcance de todos, y que se pueda divulgar para que los que se interesen en sus asuntos puedan entrar en ellos, no quita para que en realidad sean muy pocos los que en realidad penetren en sus santuarios. Porque creo que es así, que son muy pocos los que alcanzan las cimas filosóficas. Los demás, nos quedamos en mediocres (unos más y otros menos) comentadores, rumiadores y regurgitadores, con mayor o menor fortuna.

Lo que ocurre, como en muchos otros campos, es que el mediocre tiende a despreciar al que se ha colocado por encima de él, y a pastorear de la forma más paternalista a quien viene por debajo. De este modo se crea la ficción de que los de más arriba no están ahí de forma "limpia", quedando ellos como los auténticos superiores. Y este lenguaje de superiores e inferiores, de élites en sentido peyorativo, ya es sintomático de que en realidad, quien se siente por encima es el mediocre.

martes, 6 de marzo de 2012

Islamistas "de los nuestros"

Un buen día apareció el terrorismo islámico. Nos asustó con su fanatismo, su ceguera indiscriminada y sus métodos sanguinarios y a veces espectaculares. Eso de que no les importara morir a ellos también en sus "misiones", no como algo accidental sino como una parte importante de ellas, nos resultó estremecedor y les daba un plus de abominabilidad. Además, está la cuestión de venir de otro paradigma, lo cual hace que queden más lejos y nos sean mucho más extraños e inconmensurables. Todo, en su conjunto, los convirtió en unos cocos muy especiales. 

Pero entonces mataron a Bin Laden, y nos dijeron que encontraron videos porno en su guarida. Y también resulta que han pillado a un diputado salafista egipcio mintiendo para ocultar una operación de cirugía estética (el tipo dijo que le habían dado una paliza). Noticias tranquilizadoras, porque los acerca a nosotros, establece un cierto puente de unión con lo que nuestras mentes pueden asimilar. Los hacen un poco "nuestros", reconocibles de algún modo. ¿O deberían inquietarnos más así?

lunes, 5 de marzo de 2012

Libertad obliga

La llegada de Internet ha mejorado las posibilidades de opinar. Casi todo tiene la posibilidad de ser respondido o valorado. A priori eso está muy bien. Hasta que ves lo que la gente opina. O más que los contenidos en sí de sus opiniones, sus formas (y el contenido, porque lo que gran parte de la chulería y matonismo que hay por ahí no esconde otra más que la pura vaciedad). Y llegas a pensar que si esto era la libertad de expresión, es casi prescindible. 

Pero pensándolo un poco mejor, a esa libertad de expresión habría que añadirle algo por parte del opinante. No basta con soltar la "idea" sin más, como si con ello quisiéramos noquear a los demás (y aquí trasluce un problema de nuestro tiempo: el ver a los demás como rivales a batir, no creo que la tan traída y llevada competitividad vaya por ahí)) una buena opinión, si quiere serlo, merece cierto cuidado. Igual que antes se decía aquello del "nobleza obliga", la libertad también obliga (la de expresión, y cualquier otra variante de libertad), y hay que mimarla y darle lustre para que reluzca como el tesoro que es. 

Pero eso hay que cultivarlo, y se ve a muy poca gente por la labor.