lunes, 4 de abril de 2011

Lenguaje como estorbo


A menudo hemos oído eso de que las palabras no bastan para describir algo. Ciertamente, en ocasiones el lenguaje se ve desbordado y aparece como insuficiente. O eso es lo que nos queremos creer. Pero, ¿y si hay "algo" para lo que el lenguaje sea, no ya insuficiente, sino una traba, un estorbo? Un estorbo, cabe decir, pertinaz e insalvable. Habría que contar con él (teniendo en cuenta que el lenguaje no es sólo el uso de la palabra, sino que hay muchas formas de lenguaje). Pero, ¿de qué manera, si cabe la pregunta?

3 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Cada vez me parece más sospechosa la dichosa frasecita ('No hay palabras para describir...'), que expresa una supuesta superioridad de lo emocional sobre la lógica de la escritura. Pero el lenguaje escrito/oral es un pharmakon, como ya decía Platón, es decir, imperfecto pero sin el cual no se puede estar. Y lo que vemos todos los días es una pornografía emotiva continua, una hemorragia de emocionalidad muy ctónica, dicho sea de paso (ese 'Yo me entiendo' que es la cumbre de ese no-saber de obscena autocomplacencia). saludos

El Pez Martillo dijo...

Ciertamente, la mayoría de veces que se usa eso de que "no hay palabras", éstas suelen sobrar. Lo que pasa es que, o el que lo dice no las sabe, o no es capaz de elaborar un discurso (lo cual es muy distinto de lo que dice).

Pero, ¿y si hubiera "algo" ajeno y más allá de lo lingüístico y que esto nos impida "ver"? Sea como fuere, sí, el lenguaje es inevitable, estamops impregnados de él. Así que no sé cómo habría que apañárselas. Porque puede que no haya más que lo que el lenguaje nos permite...

Johannes A. von Horrach dijo...

Hombre, seguro que hay hay algo que queda más allá (o más acá) de lo lingüístico, pero me parece que no van por ahí los que abrazan el manifiesto emocionalista.

PD: ojo con el capcha, 'falingo'...