jueves, 9 de septiembre de 2010

Todos somos funcionarios

A raíz de la rebaja de sueldos a los funcionarios se han podido escuchar muchas burradas. El tópico viene subrayar la vagancia y el desinterés, supuestamente en contraste con la empresa privada, que según esta maniquea visión reúne todas las virtudes que complementan a los vicios funcionariales. La cosa huele a publicidad, a comecocos para que no tengamos tan en cuenta las actitudes de la gente que no trabaja en lo público. Pero sin negar que entre el funcionariado haya pájaros de mucho cuidado, no es menos obvio que fuera de él la cosa no cambia mucho. 

He tenido la oportunidad de comprobarlo en numerosas ocasiones, pero en los últimos tiempos, visto lo que he tenido que aguantar (porque sí, yo también soy funcionario), me fijo más en estas cosas, y la verdad, en todas partes cuecen habas. Y me parece que muchas de esas quejas (algunas con razón, ojo), no son más que una forma de desviar la atención de las culpas que muchas gentes cargan. Al menos en España, donde me parece que la vagancia no es cosa solo de funcionarios...

Por un lado, da rabia. Pero por el otro, me gusta que sea así, porque he disfrutado de decirles a un par de gente "luego diréis de los funcionarios",  que es algo que parece que duele mucho, casi tanto que automáticamente, por decir que trabajas en el sector público, ya te encasillen como vago, parásito y oportunista.

7 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Creo que exagera un poco, camarada, porque a los trabajadores de la empresa privada no creo que nadie les endose ninguna virtud. Simplemente lo que les sucede es que si trabajan mal o poco, se van a la puta calle. Y esa opción es más complicada de realizar con un funcionario gandul.

Aunque es cierto que en España hay una tendencia a cagarse en los funcionarios (en todos, trabajadores o no)... ¡pero es que en España hay muchas tendencias que reparten leña en todas direcciones! Porque, fíjese, lo que nos gusta en este país poner verdes a los empresarios que se han hecho ricos desde la nada. A este perfil de emprendedores en EEUU los adoran, y aquí les damos cera incluso post mortem (caso del suicidado Paco Lavao).

Imagino que lo que está detrás de todo eso será la envidia, virtud española donde las haya.

PENSADORA dijo...

¡¡¡TOTALMENTE DE ACUERDO DR. H.!!!!

Querido Pez, la envidia nos corroe a todos los españolitos de a pie y es bien cierto lo que nos apunta Horrach. El problema (o virtud) en la empresa privada es que si eres un "mindungui" y te pillan, existen todas las facilidades para echarte, amonestarte, ganarte una buena bronca, etc.. mientras que en la pública la cosa es más complicada.

Ahora bien, admitiré que en según qué circunstancias hay trabajadores "privados" que se las traen y encima critican... conozco un ejemplo muy cercano: difícil despedir a un empleado con 15 años de antigüedad y contrato fijo.

En fin.

El Pez Martillo dijo...

Claro que exagero un poco, lo mismo que hacen los que automáticamente te cuelgan sambenitos sin saber de la misa la mitad (que sí, es algo muy español, aquí oímos campanas y ya creemos saber con seguridad cómo es la iglesia, y ojito como alguien nos lleve la contraria). A lo que iba es a que en todas partes cuecen habas y lo que parece es que por contraste, si los unos son tan vagos y desastrosos, es porque los otros son los más trabajadores del mundo. Y no creo que sea para tanto.

Me imagino que la cosa tiene que ver con el tamaño de la empresa. En un pequeño negocio familiar es más fácil tenerlo todo controlado y por tanto la presión sobre el trabajador es mayor. Sin embargo, en grandes multinacionales sucede un poco como en las grandes empresas públicas: mucho jefe y mucho empleado, y como resultado todo queda más diluido. Lo digo porque últimamente he tenido la oportunidad de conocer el funcionamiento de alguna de estas y el caos y la desorganización no es muy distinta a la de, por ejemplo, un hospital público.

Pens, en el sector público también hay broncas y sanciones, y tenemos a gente contratada a la que se puede echar en cualquier momento (he visto despedir a gente por no ser la idónea para trabajar en mi unidad). Lo que no me queda claro es que sea tan fácil despedir a la gente en la empresa privada (salvo casos flagrantes, para no meterse en follones, muchos prefieren esperar a que acabe el contrato antes que despedir). Y así nos va...

Pero es cierto que existe la mentalidad de "me he ganado la plaza, ya puedo tumbarme a la bartola", cuando deberíamos ser más prusianos y pensar que la plaza nos obliga a demostrar todos los días que nos la merecemos. Plaza fija obliga...

El Pez Martillo dijo...

Por cierto, Horrach, respecto al suicidio de este señor empresario, he de escribir algo que me ha llamado la atención de los medios acerca de eso que hemos hablado algunas veces y usted ha escrito en su blog sobre el tabú del suicidio.

Johannes A. von Horrach dijo...

"Pero es cierto que existe la mentalidad de "me he ganado la plaza, ya puedo tumbarme a la bartola", cuando deberíamos ser más prusianos y pensar que la plaza nos obliga a demostrar todos los días que nos la merecemos".

Igual que, en idéntica línea, hay gente (y conocemos algún caso usted y yo, feminoide para más señas) que cuando cobra del pro, en lugar de tener algún escrúpulo de que está cobrando del erario y ponerse a buscar empleo, se da la vida padre.

En cosas así envidio la mentalidad nórdica socialdemócrata.

PS: espero la entrada sobre el suicidio en cuestión. ya sabe que es mi género (la suicidiología) preferido.

El Titanic, también se hundió dijo...

pues si, mala, malisima prensa tiene el funcionariado... pero no es menos cierto que un 7% de los niños que estan terminando la ESO dicen que quieren ser empresarios, por el contrario, los que ya de niños dicen que quieren ser funcionarios superan el 80%...
La gente los critica... y luego opositan.
Parece evidente, la crítica, mayoritariamente, nace de la envidia.
En cuanto a mi opinión personal tengo un bajo/bajisimo concepto del funcionariado y no es envidia, jamás se me pasó por la cabeza opositar. Es lamentable que bajen el sueldo a todos los funcionarios, cuando el verdadero problema es que sobran la mitad de los funcionarios (administrativos). Faltan medicos, policias, maestros... pero sobran administrativos... no entiendo nada.

El Pez Martillo dijo...

Titanic, muy de acuerdo en todo, sólo añadiría que no es que sobren administrativos, es que sobran administraciones (y sí, luego cada una de ellas podría estar gestionada de una manera más racional).

Un saludo.