domingo, 31 de enero de 2010

El dictador que llevamos dentro


Desengañémonos. La mayoría de gente (por no decir todos), al condenar dictaduras, no está apelando a cosas como la justicia, la libertad u otras nobles ideas. Lo que en realidad opera, es la frustración y la rabia por no ser "los suyos" los que ejercen la opresión. Y secretamente, afilan sus cuchillos para cuando les llegue la oportunidad.

3 comentarios:

PENSADORA dijo...

¡TOMA YA! un poco retorcido ¿no le parece?.

Al leer el título, pensé que se iba a referir usted a ese pequeño dictador que llevamos todos dentro que no es otro más que nuestro niño interior, ese que se piensa que las cosas deberían ser de la manera que a uno más le conviene y el resto del mundo, por lo tanto, está equivocado.

Ahora bien, si a lo que se refiere usted es a la clase política, que critica dictaduras... ahí me temo que tiene usted toda la razón.

Saludos desde el polo norte... ¡nos estamos congelando!

El Pez Martillo dijo...

No sólo es a la clase política a la que me refiero, sino a prácticamente a todo el mundo. Porque veo una especie de obsesión por parte de muchos en denunciar dictaduras y totalitarismos, e intuyo que detrás de sus denuncias lo que hay es insatisfacción por no ser "los suyos" los que las estén estableciendo.

En fin, desvariando cosa mala, que es lo mío.

Saludos (un poco más cálidos, ahora mismo 13 grados).

noragomez...MG dijo...

Sin duda, a lo largo de mi vida he descubierto que el que odia algo, en realidad lo desea...y eso me ha llevado a cuestionarme mi accionar, y ante cualquier cosa que voy a decir o a hacer, pienso:-"¿que tiene el otro que no me gusta y que en realidad: YO TAMBIEN TENGO?..."