martes, 24 de noviembre de 2009

Enfermo y pletórico


Como hipocondríaco moderado que soy, tengo una conciencia muy clara de la presencia de la parca que está ahí, presta a cortar el hilo de mi vida en cualquier momento. Es algo con lo que se aprende a convivir, hasta que, por cualquier cosa, el equilibrio se pierde. Lo curioso es que esa angustia desaparece cuando los males dejan de ser imaginarios. Toda la vida preocupado por estar enfermo, y cuando más tranquilo estoy es cuando realmente lo estoy. Incluso llego a experimentar una cierta sensación de plenitud si padezco un ligero malestar (trancazo, resaca...). Entonces puedo llegar a creerme capaz de afrontar lo que sea (no solo a nivel de salud). Algo que, desde luego, no pensaría estando "sano".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, estoy de acuerdo. O soy acorde a eso. En momentos de enfermedad real los hipocondríacos solemos ser pacientes modélicos. ¿La consecuencia de un miedo paralizador? ¿La simpatía con algo que no nos es del todo ajeno? No lo sé.

Saludos,

Novell

Anónimo dijo...

Es posible que el enfrentarnos a lo que tanto tememos y salir airosos del trance nos de seguridad?

En cuanto a canciones largas Mike Oldfield es especialista en ello. Una corta y a mi gusto buena (entre muchas) es North Point.

Nos vemos.

PENSADORA dijo...

Como experta en el asunto, le diré que, curioso o no y a pesar de no ser en absoluto hipocondríaca, a mí me pasa lo mismo.

Más que a la enfermedad, le tengo un especial temor a la muerte. Sin embargo, durante mi gran convalescencia no tuve ni un ápice a aquella. En absoluto.

Mucho me temo que la cosa es, más que psicológica, hormonal. Por lo visto alguna hormona parecida a la adrenalina nos mantiene alertas ante el peligro y todo lo demás pierde importancia.

Marta Simonet dijo...

Pues si ahora,fueras yo,estarías tranquilísimo.Te cambio mi estado,por un puñado de palabras.


Un saludo.

El Pez Martillo dijo...

Me alegro de saber que no soy el único al que le pasa. .

Más que de hormonas, Pens, es cosa de que el cuerpo, al estar enfermo, gasta sus energías en luchar contra la enfermedad, y no las malgasta en nervios y pajas mentales.

Marta, en qué consiste exactamente ese estado? Porque según cual sea, puede que no me importe el intercambio.

Saludos y gracias por los comentarios.