viernes, 21 de agosto de 2009

Sueño recurrente


Uno de mis sueños recurrentes, que he tenido varias veces (más allá de los típicos sueños en los que se vuela, o el que vas en gallumbos por la calle...), tiene que ver con los árboles y con la tierra. Transcurre de noche, en los terrenos adyacentes a la prisión nueva de Palma (el sueño lo he tenido desde antes que se construyera). El terreno está lleno de almendros. Es invierno, y los almendros recortan sus ramajes desnudos contra el cielo iluminado por la luna llena. Me siento inquieto. No sé qué hago exactamente en ese sitio. ¿Busco caracoles?. ¿Paseo?. No sabría decirlo al cien por cien. La cuestión es que de pronto me doy cuenta de que la tierra está llena de montículos de esos que quedan tras enterrar a alguien. Intuyo que ahí hay mucha gente enterrada. Y el terror se apodera de mi. Quiero irme de allí, pero el terreno parece agrandarse y no hay forma de acercarse a las lindes.

Nada más. Eso es el sueño. No es que suceda nada digno de reseñar. Lo predominante es la inquietud y la sensación opresiva que esa atmósfera genera, de un modo que nunca he sentido estando despierto. No sé qué puede significar, ni siquiera he observado si se produce en circunstancias determinadas. Sólo sé que lo he tenido unas cuantas veces a lo largo de mi vida. Y que deja un eco de inquietud en toda la jornada posterior.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay sensaciones de la vida que solo sentimos en sueños.
Soy Andrés espero me recuerdes aunque hace como una año que no te posteaba.

PENSADORA dijo...

MMMM... Mr. pez, muchos sueños recurrentes tiene usted ¿no le parece?...

Bueno, algún psicólogo de los antiguos diría algo, pero a día de hoy, mucho me temo que lo de los sueños recurrentes sólo son eso: sueños.

Ale pues! saludicos que ya he vuelto de vacaciones y esta vez me fui a otra isla, para más información... ya sabe usted dónde estoy...