viernes, 7 de agosto de 2009

¿Paradoja? nacionalista


De cada vez estoy más seguro de que los nacionalismos periféricos españófobos suponen la quintaesencia de lo español, el sumum de la españolidad. Su cerrilismo, sus reducciones, su cabezonería y ceguera representan el máximo exponente de españolidad. A fuerza de creerse antiespañoles perpetuan el ser español. Puede que, según ellos, España tenga los días contados. No así el ser español, que ellos se encargarán de legar a las futuras generaciones.

11 comentarios:

Julio dijo...

Me parece muy y acertada la reflexión. La terquedad, la obcecación, la intrasigencia, el cerrilismo, la no tolerancia para con el que no piensa como nosotros, son características muy españolas...

Un saludo

Johannes A. von Horrach dijo...

De acuerdo, pero con un matiz: los nacionalistas 'periféricos' no representan el 'ser español', sino al nacionalismo español a la antigua usanza, cuyo último exponente fue el franquismo. Sorprende la cantidad de nacionalistas con edad que en su juventud fueron franquistas. Como hoy en día no pueden ser españolazos al estilo de la España negra, pues dedican sus furores etnicistas a partes de España en las que sigue teniendo buena prensa la clausura de lo propio.

Es una paradoja girardiana la que se da en este caso: cuando se odia tanto a algo o a alguien se acaba mimetizando eso que se odia. No por otra cosa hay tantos tics franquistas en muchos sujetos que dicen ser antifranquistas y antifascistas. Un ejemplo lo soportó usted el otro día en Facebook.

saludos

El Pez Martillo dijo...

En otras partes también hay nacionalismos y regiones independentistas. Pero, al menos en nuestro entorno, no alcanzan el grado de popularidad y relevancia como aquí, y creo que es precisamente por ser nacionalismos españoles (aunque pueda ofender a los nacionalistas, no dejan de haber surgido en España y con España como diana de sus frustraciones y obsesiones). Tal vez el caso del IRA pueda contradecirme, pero funciona de forma parecida, además de ser un caso algo diferente (con importantes matices religiosos).

Horrach, totalmente de acuerdo. Lo que dice me ha hecho pensar en todas esas gentes que en su día militaron en la ultraizquierda para hoy en día estar tonteando con la ultraderecha. Y sobre el antifranquismo, que mis padres o mis abuelos puedan "presumir" de ello me parece respetable (aunque sea mentira). Pero que vaya de antifranquista y antifascista alguien que ni ha conocido a Franco ni al fascismo (que, por mucho que se empeñen algunos, no eran exactamente lo mismo) es más bien triste, de vidas vacías que buscan la épica en las luchas de generaciones anteriores.

En fin, un saludo a todos.

Anónimo dijo...

A todos estos "nazionalistas" hijos de puta, capaces de llegar al asesinato, habría que aplicarles la eutanasia procesal.

A mi juicio, en España se hace cada vez más necesaria la implantación de la pena capital para asesinos convictos y confesos de crímenes horrendos (que incluye, por supuesto, a todos los integrantes de ETA), entendiendo tal pena no como un castigo procesal sino como un principio ético basado en la generosidad. Cuando el asesino puede considerarse como sujeto operatorio responsable, la interrupción de su vida puede sustentarse en el principio ético de la generosidad, como un acto de generosidad para con el criminal. En el supuesto de que fuese un imbécil moral, sería necesario conseguir, mediante un tratamiento pedagógico adecuado, que el criminal alcanzase la conciencia plena de su culpa y, cuando la hubiera adquirido, entonces habría que aplicarle el mismo principio que utilizamos ante el criminal ya consciente de su culpa. Por supuesto, descarto la hipótesis de la rehabilitación para aquellos casos en los que el horrendo crimen cometido comprometa la identidad del criminal, de tal modo que su culpa no pueda ser expiada. Por consiguiente, no se aplicaría la eutanasia procesal por motivos de ejemplaridad sino por generosidad. Entiendo que el valor supremo no es la vida (idea propia de la burguesía democrática, en la que el individualismo es el único criterio a seguir) sino la libertad y, por ese motivo, la persona libre que ha llegado al grado cero de su personalidad merece un acto generoso de la sociedad que le libre del sufrimiento, un suicidio asistido que tiene por fundamento la generosidad. Yo mismo estaría dispuesto a darle al gatillo.

José M.

El Pez Martillo dijo...

Gracias, iLustre ;) José M. por el magnífico ejemplo de lo que expreso en la entrada. Usted, en castiza reacción, arrasaría con todos. Justo lo mismo que ellos, en sus versiones más extremas, harían (y pretenden hacer).

Por otro lado, yo sólo hice una descripción. En ningún momento quise decir nada de la actitud que hay que tomar con ellos (que es un tema sobre el que hablar, por supuesto, pero no el de la entrada). No confundamos planos, por favor.

Y finalmente, por el bien de la libertad (que sí que es un valor burgués), conviene que se proteja la vida. Porque no se me ocurre otro modo de ejercer la libertad que estando vivos. Y si el valor supremo es la libertad, el mayor castigo que se puede aplicar es privar a alguien de ella, quedando la privación de la vida en un segundo plano (y por tanto, un castigo "menor").

Saludos.

Xavi dijo...

Veig que aquí es segueix el principi, tan espanyol, de'n Manolo Escobar: "¡Si yo tuviera una escobaaaaa! ¡Si yo tuviera una escobaaaa! ¡Cuantas cosas barreriaaaaaa!"

Abraçades i una mica de bon humor! Que hem tanta visceralitat no es deixa sang pel cervell.

P.D. Toni, facinant distinció entre "ser español" i "nacionalismo a la vieja usanza". Jejejejeje... Quedam per fer unes birres vermalianas?

Anónimo dijo...

Perdó, a on dic, "hem" posau-hi "amb". Encara que això és motiu per estudi lingüístic fonemàtic. On ets Jakobson quan més et necesitam!

Johannes A. von Horrach dijo...

Xavi, una matització: el 'ser español' no existeix, no hi ha identitat espanyola, com no n'hi ha de identitat catalana i d'altres; aquestes coses només existeixen als relats de ciència ficció, als expedients psiquiàtrics i als sermons religiosos.

Ei, pues a mí la exposición pormenorizada del camarada José Manuel no me parece desechable, ni mucho menos, tiene mucha miga. Me huele a ciertas teorías de determinado filósofo, que, dicho sea de paso, cada vez me interesan más.

Johannes A. von Horrach dijo...

Xaviere: sobre ses birres, ok, però posa dia, hora i lloc, i veuré si puc venir.

El Pez Martillo dijo...

Certament, això de ses indentitats són castells a l'aire. Però per sa cosa de sa història comú i ses relacions compartides, algo d"aire de família sí que hi ha, no?.

Herr doktor, se puede dar el nombre de ese filósofo?

Xavi, idò posem lloc i hora (per via interna, si pot ser, que ningú s'ha d'enterar de ses nostres reunions...).

Salut!

Xavi dijo...

Jo estic d'acord amb la questió de que la identitat, en aquest sentit, pot esser un problema. Però no crec que la identitat sigui un mal del que s'ha de fugir, perque irreparablemente hi és. Tal vegada el que és un problema és el fet de que només es doni identitat sota la soberania de l'Estat (no sé si es poden comparar, pel que vull dir, els casos de Kuwait y el Sáhara, i la reacció internacional). La figura de l'altre ens reinstitueix, encara que sigui com a diferènzia. A qualque texte (crec que una entrevista) de Derrida hi ha un reconeixement explícit de la idea de identitat en el sentit ample de 'poble' (concretament amb la questió lingüística catalana, si no vaig errat). La linea que separa la identitat del identitari es el problema fonalmental. No?

Bé, empanades d'estiu que no duen enlloc. Millor xerrar de sa cervesa. Em posaré en contacte amb els autors de "Derrida, en veu baixa", "Foucault, mmm..., ee..., aaaa... ¿hacemos un porro?" i "En busca del milagro" i vos envio un emili per "via interna" (¿que no fas feina a un hospital?).

Abraçades i ja xerram.

Adéu!