sábado, 30 de mayo de 2009

El arma dialéctica definitiva


El refinado talento español para la dialéctica ha dotado a algunos compatriotas de un arma definitiva, ante la cual no cabe réplica posible. La he oído sobretodo por la zona central, por Castilla. Se trata de una expresión monosilábica, casi gutural y orgánica, que se espeta cuando algo no convence o parece una tontería: "¡Bah!". Bien dicho, suena algo parecido a "¡boah!", llenando la boca con la o, casi como en una náusea, expresando la opinión que le merecen al pronunciador nuestros criterios. Ante tal alarde de lógica, poco cabe hacer, y no es conveniente malfastar nuestras neuronas en replicar.

No hace falta decir que es algo que me saca de mis casillas, que me enciende la sangre. Cada vez que intento contarle algo a alguien, y me salen con ese "boah" (normalmente acompañado con cara de entre asco y desdén), he de controlarme, porque mi talante poco agresivo se tambalea.

Qué país!!

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