miércoles, 5 de noviembre de 2008

Oposiciones/Oposicions


Anda el patio enfermeril balear un poco revuelto: hay oposiciones a la vista, y todo el mundo se mueve para conseguir temarios, textos, aclarar las cosas. Y en medio de todo esto aparece la hermosa y cansina polémica del catalán. Ciertamente, parece que se va a exigir el nivel B, que se van a dar dos años al personal que no lo tenga en el momento de conseguir la plaza para que se lo saque. Y claro, la gente venida de fuera (y los de dentro) que no tiene dicho nivel han puesto el grito en el cielo. Movilizaciones, cartas de las autoridades en los periódicos aclarando (o confundiendo) las cosas, declaraciones..., y discusiones en el office.

Como a veces soy un poco cabroncete y me gusta meter cizaña y hacer de abogado del diablo, si estoy ante gente contraria a la medida, me pongo a favor, y si la mayoría (cosa difícil, por lo que veo) son favorables, pues lo critico. Así voy conociendo y viviendo las distintas razones que se arguyen. Y me encuentro con apelaciones de esas grandilocuentes que tan poco me gustan: y tan bien quedan: que si no es justo, que si la Constitución, que si el bilingüismo y la madre que los parió. Y al final, tras tanta bella palabra y concepto elevado, una sintomática realidad: resulta que los más beligerantes son los que no tienen el nivel B, mientras que los más tibios sí que lo tienen. En definitiva, que no parece que la cosa tenga que ver con la justicia...

7 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Ya, pero al margen de las luchas interesadas y de los pseudoargumentos que a veces se traigan a colación (por parte de los afectados), lo cierto es que se puede ver con cierta objetividad el caso. De momento, no sucede en la sanidad como con la educación, pero ya llegará el tiempo en que se valore más cierto nivel de catalán que una licenciatura o todo un doctorado (sabe que eso sucede en filosofía, y que eso me afecte directamente no quiere decir que no sea cierto).

shalom

El Pez Martillo dijo...

El gran problema aquí, creo, es el que se hayan metido a legislar y organizar los temas lingüísticos. A lo sumo, sólo en educación se debería de hacer (en lo respectivo a hora y asignaturas). En otros ámbitos, tal vez, bastaría con promover y estimular (y dar facilidades y no poner trabas), nunca obligar, que así lo único que hacen es poner a la gente en contra de la gente.

Otro gran error, que me parece que muchos estan cometiendo, es pensar que, por ser de aquí, lo tenemos todo dado, porque me estoy encontrando con gente que directamente me embiste sólo por ser mallorquín, como si ya hubiera nacido con el nivel B de catalán (y usted sabe que no nos es fácil, y no hablemos del C).

Sobre que se valore más que otras cosas, es otro absurdo más. Lo que parece que se quiere poner en sanidad no es que se valore o se puntúe, sino, simplemente, que el nivel B sea un requisito (con cierta flexibilidad, parece ser), y eso es lo que ha soliviantado a muchos (con cierta razón).

Saludos.

PENSADORA dijo...

JO! pos vaya meneo debe haber por allí. Sobre todo pensando que habrá más gente de fuera que de dentro y que estos, admítelo, lo tienen más difícil para alcanzar el nivel de catalán exigido y me supongo que "los de dentro" nativos tampoco lo tenéis fácil porque a mí me dá que el Mallorqui no es exactamente igual que el catalán... UUUUFFFF!!! que bien se vive en la empresa privada!

El Pez Martillo dijo...

Indagando un poco y preguntando aquí y allá, adenás de las informaciones que a uno le van llegando, me he enterado de que el motivo del cabreo no es el catalán en sí (nadie se niega a aprenderlo y a esforzarse, al fin y al cabo, tampoco es para tanto), sino por cómo han manejado las autoridades el asunto (vía decreto y saltándose a la torera las negociaciones en marcha, que, dicho sea de paso, parece que no eran del gusto del Govern). Eso es lo que ha puesto al personal en pie de guerra.

Cada cosa, lo público y lo privado, tiene sus ventajas y desventajas. Y alguna debe tener lo público cuando todo el mundo aspira a sacarse unas oposiciones...

Johannes A. von Horrach dijo...

Claro, es que nuestro Govern, con presi del PSOE, es la mar de dialogante. Qué cojones que tienen. Y, claro, luego la crispación siempre es culpa de los otros.

El Pez Martillo dijo...

Es lo que pasa con muchísimos de los que van de demócratas y dialogantes. Son palabras que quedan muy bonitas y sirven para "caer bien", pero luego, en cuanto se les tuercen las cosas (ese mismo decreto fue presentado en la mesa de negociación, y todos votaron en contra) les sale la vena autoritaria y las frases del tipo "de este tema ya no se puede hablar más" (parece ser que es lo que se dijo cuando algunos preguntaron sobre el asunto). Eso, me temo, pasa en todas partes, en los partidos, en los sindicatos y en las reuniones de vecinos.

De todos modos, también me parece un poco pueril las vías que se están escogiendo para protestar, que hacerlo en el consulat de la mar (y no en la conselleria de sanidad o en el ib-salut) y un jueves a las seis de la tarde (apostaría cualquier cosa a que sólo estará el conserje) no me parece muy adecuado. Y luego está todo el follón que se está montando, con apoyos y contramanifestaciones de PP, OCB y toda la mandanga (lo cual ya no me hace ninguna gracia, porque no se trata de una cuestión lingüística en sentido estricto, y aquí cada uno llevando el agua a su molino...).

Johannes A. von Horrach dijo...

Esto pasará en todas partes, amigo Pez, pero no todos van por ahí presumiendo de 'dialogantes' o de ser ejemplos de 'talante dialogante y democrático'. Eso, al menos en España, sólo le sucede al PSOE, partido cuyos miembros creo que son los más autocomplacientes de este país.

De la OCB prefiero no hablar, que se me calienta (más) la boca...

shalom