lunes, 17 de noviembre de 2008

El corte


Si uno se mete a leer y estudiar sobre las patologías de carácter psiquiátrico, se da cuenta de que eso a lo que llamamos locura no es algo tan extraño o fuera de lugar, sino que la distinción entre "cuerdos" y "locos" es más de grado que otra cosa. Así, todos tenemos rasgos dementes, un loco no hace nada que nosotros no hagamos, la única diferencia es que él lo hace "más" o lo hace "menos". Tal vez por eso siempre se les ha tenido miedo y se les ha encerrado y apartado de la sociedad, para que no caigamos en la cuenta de que la separación no es tanta, de que el borde del abismo no está tan lejos. Es más, puede que llevemos toda nuestra historia caminando por el mismo filo.

3 comentarios:

PENSADORA dijo...

También yo me he planteado mucho lo de la separación entre la cordura y la locura y no negaré que durante mucho tiempo pensé muy parecido a lo que usted escribe.

Pero la diferencia está en realidad en el tipo de patología, que el cerebro el un órgano al fin y al cabo, con sus enfermedades.

El Pez Martillo dijo...

La cosa de las enfermedades mentales es un asunto bastante oscuro y está en pañales. Algunas enfermedades se sabe bien que están provocadas por exceso o defecto de sustancias en el cerebro (lo cual no es más que una diferencia de grado, como digo yo). Y en muchas otras, lo que se trata, más que el problema en sí, son los efectos (o se "anestesia" al paciente, o se lo estimula, según lo que haga falta).

Por lo demás, en lo psiquiátrico se pone muy de manifiesto eso de la relación entre organismo y ambiente, porque muchas veces lo que dispara la enfermedad es un acontecimiento exterior (seguro que todos conocemos a alguien que se ha trastornado tras un divorcio, la muerte de un hijo...), poniendo de manifiesto que no estamos tan aislados del mundo como nuestra piel nos hace creer. Y aún así, la cuestión es hasta qué punto depende de nosotrosa y de nuestras predisposiciones el afrontar las cosas.

PENSADORA dijo...

SIP! plenamente de acuerdo.