viernes, 5 de septiembre de 2008

Olvídate de mí y el nudo

El imprescindible Horrach me recomendó, a través de uno de sus comentarios en este blog (el 1 de octubre de 2007), la película Olvídate de mí (Eternal sunshine of the spotless mind, 2004) de Michel Gondry, en un momento vital lleno de dudas y zozobras (no menos que en cualquier otra época, pero más intensas y "trascendentales"), de mareo emocional. Ya me avisó de que podía ser intensa en aquellos momentos. Y lo fue. Algunas circunstancias de esa lucha interior por olvidar a alguien, de ir contra lo que uno siente, de amar y no querer amar. Es jodido. Jim Carrey (un actor que cansa por sus caruzas, y al que aborrezco a ratos, pero que en otros momentos sabe cuadrar buenas interpretaciones) está muy interesante en su papel de hombre atormentado y hasta cierto punto resentido. Y de Kate Winslett no hay mucho que decir a parte de que es una de las actrices más interesantes del momento (o al menos de las que más me interesan a mí...), y que borda el papel de chica dulce y alocada de la que todos nos enamoraríamos (a mí me enamoró con esas trenzas pelirrojas, que, como bien sabrán los que me conocen, son uno de mis fetiches favoritos). La historia es hasta cierto punto convencional, típica, de amores, desamores, rupturas y desencuentros, pero tratada de una forma magistral y con interesantes implicaciones para la reflexión, lo cual coloca a esta cinta en un lugar especial. Melancólica, extraña, desgarrada, oscura, compleja. Se la clasifica dentro del grupo de las comedias románticas, pero es evidente que es algo más que eso, o que al menos no se la puede poner a la misma altura que otras películas del género (desde luego, duele pensar que se la compare con esas dulzonadas empalagosas de Meg Ryan y Tom Hanks, o las insufribles historietas amoroides de Julia Roberts).

Me tocó adentro. Pero lo que más me impactó fue la banda sonora. Una versión por el genial e irregular Beck del Everybody's gotta learn sometimes de los Korgis. Mantiene el tono melancólico de la original, pero lo multiplica y lo lleva a una dimensión que, al menos para mí, resulta dolorosa. No me canso de escucharla y de ver este video (no es oficial, es un montaje anónimo, pero capta muy bien el espíritu de la película y de la canción), y por mucho tiempo y muchas cosas que hayan pasado desde que la descubrí, sigue provocándome un nudo en el estómago.

5 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Hombre, eso de 'imprescindible' suena bien. La última vez que escribí la palabra 'imprescindible' en internet casi me denuncia mi Musa (la mía, no la de usted) por intromisión en la intimidad. Escribí en el Nickjournal, una noche en la que la cabeza me daba algunas vueltas, mi 'lista de imprescindibles', que pasaba por filósofos, películas, grupos musicales y, por supuesto, algunas ctónicas con nombres y apellidos. Mi Musa, unos días en los que andaba enfermilla, puso su nombre en el google y se puso a curiosear. Enseguida cayó en mi mención y no vea la gracia que se montó... entre otras cosas porque ella ni sospechaba que era mi musa, sutil que es uno, jajajaj.

Bueno, y después de este tochazo egocéntrico, al tema, jajaja. La película es muy recomendable, sobre todo para personajes algo melancólicos, pero yo no diría que su argumento es 'convencional' y 'típica', ¡al contrario! Si precisamente el argumento es la mar de original (qué menos para un tío tan retorcido como Charlie Kaufman, el guionista también de 'Being John Malkovich').

De todas formas, no recuerdo que cuando le presté la peli le gustara tanto. Será que con el tiempo ha ido dejando su poso, lo que es una buena señal para valorar la película, pues tendría la misma profundidad que se suele decir de los buenos vinos.

shalom

PD: por cierto, me he vuelto a cambiar de look.

El Pez Martillo dijo...

Sí que me gustó, y mucho, y desde el primer momento. De hecho la he ido recomendando por ahí. Lo que pasa es que a veces no soy demasiado efusivo en algunas cosas.

¿Por fin se ha dejado la cresta mohicana-Travis Brickle, herr doktor? ¿O es algo más convencional?

Johannes A. von Horrach dijo...

Nah, sólo me he cortado el pelo (me dejo las pastillas Curro Jiménez). La cresta la dejo para después de Ibiza.
(dada mi vocación camaleónica, estoy pensando en teñirme el pelo. De rubio, por ejemplo)

Y volviendo a la película de Gondry, la pieza musical de la misma que más me gusta (siempre la tengo en el ipod) es esta de Jon Brion. Muy subsuelítica, es la que abre melancólicamente la película. Transmite mucha tristeza y desamparo:

http://es.youtube.com/watch?v=rqyGDHmo1ok&feature=related

shalom

PENSADORA dijo...

Vaya por dios! tema pendiente y hace tiempo además.

Intente verla un día de resaca y me quedé dormida, no por la peli, por los efluvios alcohólicos que emanaba mi piel.

Así que ciertamente es una cita que tengo pendiente hace más de dos años, a ver si este finde la encuentro en el DVDCLUB y me doy un homenaje de cine y palomitas.

Como no me gusta dar opiniones sin conocimiento de causa, me reservo cualquier comentario al respecto hasta el domingo o lunes.

El Pez Martillo dijo...

Pues ya nos contarás que tal, si te vuelves a dormir o si llegas al final.