viernes, 25 de julio de 2008

A vueltas con la naturaleza


El común de los mortales entiende por naturaleza aquello en lo que lo humano no ha intervenido. Ahora bien, ¿el considerarlo no es ya una forma de intervención? ¿el hecho de tenerlo ahí para "disfrutarlo" no es ya una forma de introducirlo dentro del mundo humano? ¿Acotar reservas y espacios "naturales" es una forma de proteger o más bien es otra forma más de dominio? Para que lo natural sea lo no humano, es necesario que no caiga en nuestras manos, que quede incógnito.

Si atendemos a la etimología de la palabra, caemos en la cuenta de que viene del latín natura, lo cual la vincula con el verbo nasci, nacer, formarse, empezar, ser producido. Así, la naturaleza no sería otra cosa que "lo que surge". Natura no es más que la traducción latina para la griega physis (φύσις), que significa exactamente lo mismo. La referencia hacia todo lo que hay, al conjunto de las cosas es clara. Ahora bien, en seguida surge la cuestión, ¿surge de dónde?. Y, mucho más interesante y prolífica, ¿en qué consiste ese surgir?. Si atendemos al resultado del surgimiento (a "lo que surge"), nos queda un mundo fijo y a la mano, una constelación de entes determinados. Pero no debemos olvidar la apelación profunda que en ese "lo que surge" hay hacia la dinámica del surgimiento, y que se halla encerrada en todo lo presente.

Tenemos, pues, que merced a la definición de lo natural como no humano, debería quedarnos oculto, no hacerse presente. Por etimología, también estamos ante el panorama de un conjunto de cosas que están ahí y hacia su surgimiento. Combinando ambas formas de entender la naturaleza, nos quedaríamos con que eso oculto y que queda retraído sería esa dinámica del aparecer, del hacerse presente. Pero el hacerse presente no se puede comprender si no hay un alguien para quien se haga presente lo presente, y en ello hay pérdida de naturaleza, puesto que en el presentizarse queda oculto ese surgir mediante el cual podemos hablar de presencia (entendida como lo ya surgido, como el producto final, y por lo tanto, ya modificado por lo humano).

Por lo tanto, todo intento de aproximación a esa naturaleza, implica una retirada de ella misma. Sin embargo, no hay lugar para el desfallecimiento. Se puede sacar un gran provecho de dicha retirada.

5 comentarios:

PENSADORA dijo...

Tenemos conceptos encontrados en esto de la naturaleza.
Yo nunca me atrevería a disociar hombre y naturaleza y así lo hice entender (o lo intenté) en mi post:
http://quejevissomos.blogspot.com/2008/04/naturaleza-ecologa-y-otros-conceptos.html

Un guiño de ojo izquierdo.

El Pez Martillo dijo...

Es que hay aquí varios planos. Si la entendemos como lo que no tiene intervención humana, la sepatración es tajante, porque el sólo hecho de mirar un paisaje ya es una forma de intervenir en él. Por eso creo que la mejor forma de mantener la naturaleza, así entendida, es no tenerla en cuenta, dejarla estar. Ahora bien, si se entiende como he intentado exponer (malamente, claro), no nos podemos excluir del surgir, porque los humanos también estamos en esa dinámica del surgir y del llegar a ser, por lo que también somos naturales. Sin embargo, lo que yo quería destacar es que en todo este juego nos centramos demasiado (y tal vez no podamos hacer otra cosa, en el lado de lo ya devenido y de lo que deviene en su ser devenido) y no en ese surgir, que también es parte constitutiva de la naturaleza (y lo que sugiero es que siempre quedará esa pérdida, ese ámbito no atendido y en retirada).

No hablaba aquí de los árboles, los animales y las montañas, sino de algo más fundamental y profundo. Últimamente me ha dado por ahí.

PENSADORA dijo...

Aaaahhhh!

Tona dijo...

Creo que uno tiene que estar en un determinado nivel de elaboración del pensamiento para llegar a comprender todos los matices de tú discurso, pero me parece fundamental que se realice.

He leído el enlace que nos ha enviado Pensadora.
Me siento parte de la naturaleza por mi forma de entender la vida, sin embargo coincido con Pez Martillo en que lo humano la transforma.
Tengo algunas experiencias en la naturaleza,en Australia, en lugares ocasionalmente visitados por los humanos, fuera de los circuitos turísticos y a pesar de esto, son lugares modificados por el hombre.

El Pez Martillo dijo...

Yo voy un poco más allá, incluso el primero en llegar a algún sitio introduce una transformación. El mero hecho de ponerle un nombre ya es una intrusión.