sábado, 14 de junio de 2008

Quid pro quo


Después de despreciar a un idiota -asistí al breve cortejo de aquel absurdo especimen- aquella zorra pareció interesada en mi y en mi amigo. Sin duda, mientras, sentada ante la barra, pasaba olímipicamente de aquel guaperas sobrado, escuchó la divertida conversación que manteníamos. Empezó a meterse un poco con nosotros. Y los dos le dimos coba (la tía estaba como para no dársela). Pero como suele suceder a menudo, debería haberse mantenido callada. Tendría que haberlo previsto, en vista del modelito que portaba -top rojo ajustado y escotado, vaqueros también ajustados- y la forma como se llevaba la copa a los labios. Como mi interés primordial era pedir unas cervezas y estaba obligado a estar ahí si las quería (el primer idiota había dejado ese hueco al marcharse), tuve que seguirle el juego a la rubia. Y pronto destapó sus cartas: quería beber gratis. Ya decía yo que una petarda de tal calibre no hacía caso a dos pardillos como nosotros así porque así. En un alarde de cinismo, yo destapé las mías: "Te invito si me la chupas". Huyó, escandalizada, dejando un nuevo hueco en la barra, dando una alegría al pobre chaval que estaba esperando su turno para pedir. Mi amigo y yo nos reímos, y seguimos a lo nuestro, que era pillar bebida e ir hacia donde los demás nos esperaban para seguir con el concierto. Ella, supongo que también fue a lo suyo, a seguir tonteando con gilipollas babosos que no dudarían en invitarla. Seguro que terminó chupándosela al suertudo que la encontró lo suficientemente borracha para que no se escandalizara ante según qué proposiciones. Al final, todo depende de la cantidad de alcohol en sangre.

2 comentarios:

PENSADORA dijo...

Jolín, amigo pez, que hay que ser más fino... hablar un poquito antes, si igual por el precio de una cerveza te hubieras llevado mamadita o algo más incluso... aaaiiinnns! ¡cuando aprenderemos!.
Pobre rubia, igual solo quería un poco de conversación... jejeje!

El Pez Martillo dijo...

Yo no quería conversación. Precisamente lo que quería era que me dejara en paz. Y lo conseguí. La mamadita que yo buscaba estaba en otra parte...