lunes, 5 de mayo de 2008

Extenuación


Cansancio y enfermedad. Son dos grandes aliados de la vida porque la espolean e impelen a ella en mucho mayor grado que la vida "sana".

4 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Que uno suele salir de una enfermedad o postración cualquiera con energías renovadas es algo de lo que sólo me he dado cuenta in person estos dos últimos años. Antes nunca me ponía enfermo, pero ahora que voy pillando todo lo que antes me pasaba por el forro, aprecio experimentar la euforia que sobreviene cuando ya puedes salir a la calle tras la postración.

PENSADORA dijo...

Por experiencia les diré a ambos, que sí, efectivamente, la enfermedad, las grandes convalecencias son un auténtico empujón para tener más ganas de vivir.
Ánimo amigo pez!!

El Pez Martillo dijo...

No me refería a la recuperación, Horrach, sino, como apunta pensadora, al momento mismo de la postración. Es entonces cuando se puede llegara tener un impulso vital mucho más fuerte y pujante que cuando se está bien, supongo que porque cuando se desarrolla una actividad "normal" queda enmascarado por esa actividad y por la vida misma. Ya se sabe, queremos las cosas cuando no las tenemos.

Abrazos a los dos.

Johannes A. von Horrach dijo...

bufff, pues cuando estoy postrado no me veo renaciendo, sino en el féretro, directamente.